26 de marzo de 2011

Quinta Parte de "La Educación en la RPD de Corea" (Juan Nogueira)

La Educación en la RPD de Corea
- Quinta Parte -

Juan Nogueira López
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En esta última parte, cierro el análisis sobre la Educación en Corea. He analizado hasta ahora la historia de la Educación en la parte norte del país, así como los principios sobre los que se asienta.

Ahora quiero hacer un repaso de lo que sería la vida educativa de un norcoreano medio. Para contarlo, y sabiendo que a este artículo le preceden 4 largas exposiciones, voy a hacerlo en parte en forma de narración. La protagonista de esta ficción será una niña llamada Kim Mi Hyang.

4 – Primeros años: la edad pre-escolar.

La protagonista de nuestra narración, la niña Kim Mi Hyang, nace en febrero de 1981. Febrero es un mes muy frío en Corea, con temperaturas bajo cero en la mayoría de zonas de la parte norte de la Península. En concreto, Kim Mi Hyang ve la luz en una localidad del noreste del país, cercana a la frontera con China: Hoeryong.

La ciudad de Hoeryong fue creada en el siglo XV, como una de los seís puestos defensivos que el antiguo reino de Koryo estableció en sus fronteras. En el momento de nacer Kim Mi Hyang, de la antigua Hoeryong no queda nada. Hoeryong es ya una moderna ciudad minera e industrial, especializada en la producción de papel. El Hospital de Maternidad de Hoeryong está situado al pie de la colina Osan, por lo que desde las amplias ventanas de las habitaciones se pueden ver unas vistas espectaculares. Para la madre, el internamiento dura 7 días, cuyo coste equivale al salario
completo de dos meses. Sin embargo, a ella, al igual que a todas las personas del país, la atención médica se le da de forma completamente gratuita, sin excepción.

La madre de Hyang tiene desde el momento en nacer la pequeña 150 días de baja por maternidad. Durante este periodo, Kim Yong Mi mantendrá su salario y tiene la seguridad de que podrá reincorporarse a su trabajo cuando finalice su periodo de baja. Sin embargo, los padres de Hyang llevan tiempo pensando en mudarse a la capital del país, Pyongyang. Bak, el padre de Hyang, es ingeniero auxiliar de transportes, especializado en ferrocarriles. Su trabajo le obliga a vivir entre la capital y Hoeryong. Mi, por su parte, es ingeniera auxiliar en el sector eléctrico. En lugar de reincorporarse a su trabajo, ha pedido una licencia de un año para poder estudiar en la Universidad de Tecnología Kim Chaek de Pyongyang. Cuando finalice el curso, será promocionada al grado de ingeniera. Aunque aún no le han respondido, hay muchas posibilidades de que la respuesta sea positiva, ya que en Octubre del año anterior, el Partido del Trabajo de Corea adoptó el objetivo de intelectualizar a toda la sociedad. Esto se traduce en que las personas adultas tienen grandes facilidades para el estudio.

Durante los tres siguientes meses, a Hyang no le falta nada. Tiene continuas revisiones médicas y su madre tiene tiempo para poder atenderla. La comida, la ropa y la vivienda están subvencionadas, así que un miembro más para la familia no es una carga económica. Sin embargo, Mi está impaciente por saber qué pasa con el traslado a Pyongyang. Acude para ello a la oficina de atención al ciudadano de Hoeryong. Según el artículo 69 de la Constitución coreana, “El ciudadano puede presentar su queja o petición. El Estado debe procurar que las quejas y peticiones sean analizadas y respondidas imparcialmente según lo establecido en las leyes.“ Mi es muy consciente de ello y sabe que los funcionarios no pueden tratar los asuntos de forma burocrática, sino que tienen que responsabilizarse de los problemas de la gente y darles solución integral, mirando de forma humana por cada uno de los problemas. El funcionario afirma que está en ello, pero que le lleva tiempo porque hay que coordinar muchos aspectos: encontrar una nueva vivienda, que la Universidad Kim Chaek acepte la matriculación de Mi, que la empresa de

Mi busque un sustituto,... Sin embargo, unos días después de visitar la oficina, la familia recibe la noticia: se aprueba el traslado. La nueva residencia se situará en el barrio de Moranbong de Pyongyang, con opción de mudarse a los nuevos barrios de Munsu o Kuangbok, en cuanto termine su construcción. La mudanza se realiza en agosto, no sin los problemas del difícil transporte y las tortuosas carreteras entre la zona oriental y Pyongyang.

En septiembre, Mi comienza su curso en la Universidad Kim Chaek. De la misma forma que ella acude a un curso de la Universidad para especialización de trabajadores, 85 complejos fabriles cuentan con sus propios institutos superiores. Muchos trabajadores, también, optan por cursos nocturnos o por correspondencia. En cualquier caso, y volviendo a Mi, su hija necesita quedarse en una casa cuna cercana a la Universidad. En todo el país hay repartidas 27'795 casas cunas en ese momento. De esta forma, 936'000 niños en edad prescolar acceden a casas cuna. Mi puede elegir dónde le viene mejor que esté internada su hija: cerca de su lugar de trabajo, cerca de su lugar de residencia,...

En septiembre, Hyang aún solo tiene seís meses. Para los menores de siete meses, la casa cuna ofrece cuidados variados. A partir de los siete meses, en la casa cuna se esfuerzan por destetarlos y a partir del año y medio se les enseña a tomar alimentos variados. Una vez los niños alcanzan los tres años, comienzan a recibir educación pre-guardería. Cada casa cuna tiene un tamaño adecuado al número de alumnos admitidos y están bien equipadas. Esto contrasta con la situación antes de la Revolución, cuando en Corea no existían ni guarderías ni casas cuna.

En 1985, Hyang termina su periodo en casa cuna y accede a la guardería, donde recibe dos años de educación pre-escolar. El país da educación pre-escolar en guardería a 720'000 alumnos. Al igual que las casas cuna, hay guaderías en prácticamente todos los lugares. En el barrio Moranbong, en el que vive la familia, abrirá tres años después la guadería “Kim Jong Suk”, en régimen de semiinternado.

Esta guardería hubiera sido perfecta para la familia, pues el régimen de semi-internado hubiera sido muy flexible para Mi. En el régimen de semi-internado, los padres pueden recoger a sus hijos a cualquier hora. Incluso pueden dejarlos a dormir en la guardería.

Este modelo de guardería está diseñado específicamente para padres que tienen que viajar con frecuencia, como es el caso de Bak.

De hecho, existen tres modelos de casa cuna y guardería. El primer modelo, es el de guardería diaria, en el que los padres recogen a sus hijos cada día. El segundo modelo es semanal y el tercero mensual. Tanto el segundo como el tercero son de semi-internado.

La creación de la gigantesca red de casas cuna y guardería, tuvo en Corea un fuerte carácter de liberar a la madre del trabajo doméstico. Por eso, la primera guardería de la historia del país se llamo “8 de marzo”.

La guardería “Kim Jong Suk”, por su parte, tiene el nombre de una guerrillera procedente, precisamente, de la ciudad de Hoeryong. Por una diferencia de tres años, Hyang no pudo ingresar en esta guardería. Sin embargo, no existen diferencias sustanciales en cuanto a calidad entre las 37'000 guarderías del país.

Hyang accedió, finalmente, a la guardería “Changgwang”, no muy lejos del río Pottong. Uno de los aspectos fundamentales de los centros de educación pre-escolar es la atención médica. De forma gratuita, Hyang fue vacunada. Todas las casas cuna y guarderías están equipadas con instalaciones médicas actualizadas. Hyang y sus compañeros tienen amplias zonas al aire libre para jugar y desarrollarse físicamente.

También tienen aparatos de juegos que sirven para que los pequeños hagan, al mismo tiempo, gimnasia. Por otro lado, en las casas cuna y guarderías, se trata de fomentar el desarrollo de cualidades morales nobles y buenas maneras. Un dicho coreano dice que “un hábito adquirido a los tres años, persiste hasta los ochenta”. Por eso, desde su entrada en la casa cuna, a Hyang se le enseña a respetar a sus compañeros, a ofrecer las mejores cosas a otros en vez de arrogárselas para ella misma, a cuidar de los juguetes, las mesas, las sillas,... etc.

En pre-escolar, Hyang aprende a coger un lapiz, a escribir y leer frases sencillas, a contar y hacer aritmética sencilla, a cantar, bailar e incluso tocar instrumentos. Su guardería tiene unos 300 animales disecados, por lo que desde pequeña, Hyang aprende viendo y tocando por sí misma.

Como apoyo al aprendizaje, existen programas de radio específicamente para niños todas las
Niños en la guadería Kim Jong Suk, durante nuestra visita en 2008 mañanas, que sirven para las guarderías de todo el país. Además, se publica la revista Kotbong-ori, dirigida a niños en edad pre-escolar. En 2007 se mejoró el curriculum de las guarderías, perfeccionando el aprendizaje de la lengua coreana y de contar. Pero eso lo vivirá una generación posterior a la de Hyang.

Toda esta atención académica se complementa con medidas para dotar a las guarderías de las mejores infraestructuras posibles y de una alimentación adecuada. En las obras de construcción de barrios nuevos, como las vividas en Pyongyang durante los años 80, se antepuso la creación de guarderías y casas cuna a otro tipo de centros. Es cierto, en cualquier caso, que no siempre fue esto así, y que es a partir de los 60 cuando de le da un gran impulso a la construcción de una amplia red de pre-escolar. Por otro lado, cada guardería tiene asignada una granja que le provee cada día de productos frescos, como leche, yogures, arroz... Por todo esto, existe el dicho en Corea de que son la única república con reyes: todos los niños y niñas del país son los monarcas. Todas sus necesidades están cubiertas.

5 – Los años de primera y secundaria

Hyang ingresa en la escuela en 1987, con 6 años. Por delante tiene 11 años de educación obligatoria. Su nueva escuela es el instituto número, en el distrito de Pottonggang, cerca de su antigua guardería.

Su escuela está dotada de una biblioteca con 100'000 libros, varios laboratorios, piscina y una habitación dotada de la estructura de un coche, para enseñar a los alumnos sobre la propia práctica. La escuela tiene fama por un alto nivel en matemáticas y en los pasillos hay varios retratos de alumnos que en el pasado ganaron la Olimpiada Internacional de Matemáticas.

También los de Kim Nam Hyok y Ri Kwan Ho, antiguos alumnos de la escuela que hoy son científicos de renombre en Corea.

Desde 1956, el 100% de los alumnos en edad escolar cursan la educación primaria. Desde 1958, también la secundaria. La escuela de Hyang es una entre las más de 4792 que hay en todo el país.

Desde el primer curso, a Hyang le hacen pensar por sí misma. Sus profesores les suelen dividir en parejas para que preparen respuestas razonando en grupo y las clases se basan en lo que los docentes coreanos llaman un método heurístico. Suelen introducir material audiovisual y a partir de secundaria las prácticas serán cada vez más frecuentes.

En 1989, cuando Hyang cursa tercer curso, suceden varios acontecimientos importantes. Por un lado, la mejor amiga de Hyang, San, cambia de escuela. Tanto Hyang como San se habían especializado en tocar el violín, ya que desde pequeños, todos los niños coreanos aprenden a tocar por lo menos un instrumento. Pero San toca el violín con mucho talento, por lo que es admitida en la escuela Manjong de Pyongyang, especializada en música.

En primaria, la asignatura favorita de Hyang, en cualquier caso, era Ciencias Naturales. Además de ésta y Música, Hyang daba, entre otras, Dibujo, Matemáticas, Lengua Coreana, Silvicultura, Trabajos Manuales y Cultura Física. En secundaria, la educación se volverá más técnica e Estatua de una pionera, a la entrada de un instituto ideológica, con asignaturas como Química, Física, Biología, Matemáticas, Lenguas Extranjeras, Historia de la Revolución, Historia Universal,... Pero aún faltan unos años para la secundaria y muchas cosas van a cambiar en Corea entonces.

Por ahora, en verano de 1989, todo cambia de repente. La ciudad se viste de gala y por las calles comienzan a desfilar jóvenes de todo el planeta. Es el XIII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, el primero en celebrarse en un país asiático. Hyang, junto a cientos de miles de jóvenes del país, acude a ver los desfiles y los actos del festival.

Si un nombre se repite durante aquellos días es el de Rim Su Kiong.
Hyang, de aquella, no alcanza a comprender qué había hecho esa joven para merecerse el título de heroína. En realidad, muchas mujeres han recibido ese apelativo en Corea. Kim Jong Suk, por ejemplo, había encabezado un batallón mayoritariamente femenino, durante la guerra contra Japón. Por ello es conocida como una heroína de la independencia. Lie Gye San, una campesina pobre, había sido la heroína de la campaña de alfabetización. Y ahora Rim Su Kiong es la heroína de la Reunificación. Más tarde entenderá que Kiong es la representante del más importante sindicato estudiantil de Corea del Sur y que ha acudido de forma clandestina a Pyongyang, sabiendo que a su vuelta le esperaran las cárceles de Seúl. Rim Su Kiong marcha junto a miles de jóvenes del Festival hasta la frontera en Pammunjon. Cuando cruza la frontera, y delante de las cámaras del mundo entero, los soldados americanos se abalanzaron sobre ella y la introducen en un helicóptero. Su destino es la fría y gris sala de interrogatorios de la siniestra policía secreta surcoreana, en Seúl.

En fin, todo el Festival fue organizado a nivel local por la Liga de la Juventud Trabajadora Socialista, perteneciente a la Federación Mundial de la Juventud Democrática. La Liga, en Corea, no sólo organiza festivales. De hecho, este es sólo un aspecto secundario dentro de su actividad. La Liga Juvenil es una organización gigantesca a la que pertenecen bastante más de la mitad de los jóvenes de Corea. Tiene implantación en fábricas, escuelas, universidades y también en las fuerzas armadas. Se organiza a través de células de base, comités intermedios y un comité central. Cada cinco años se realiza un Congreso. La elección de los órganos y de los responsables es plenamente democrática, a través del centralismo democrático. Esto educa desde pequeños a los coreanos en el trabajo colectivo, la rendición de cuentas y la responsabilidad.

Con 8 años, Hyang aún no es miembro de la Liga Juvenil, pero sí de la Unión de Niños de Corea, la sección de pioneros. También su amiga San y la mayoría de chicos y chicas de su clase.

Si el año había comenzado con el sabor amargo de despedirse de su amiga San, el fin de 1989 Estadio Primero de Mayo, durante el XIII Festival Rim Su Kiong tiene un clima de incertidumbre. El muro ha caído, no se habla de otra cosa. Todo el mundo tiene clara la idea de que la Revolución sigue viva en Corea. Mientras a Gorbachov se le califica abiertamente como el “Judas del siglo XX”, Rodong Sinmun, el periódico de mayor tirada, afirma que en un país auto-suficiente como la RPD de Corea, no hay peligro de contagio, tras el derrumbe del campo socialista. Pero existe cierta preocupación, detras el optimismo oficial.

Una de las medidas que se toman tras 1990, es incrementar los contenidos político-ideológicos.

Ante todo, se busca evitar que los jóvenes, futuros sucesores de la Revolución, no estén preparados para afrontar el importante reto que Corea tiene por delante en los años 90.

En cualquier caso, nunca había habido realmente una relajación en aspectos ideológicos en Corea.

Hyang, desde sus años de guardería, había escuchado el nombre de Kim Il Sung, aunque entonces en forma de relatos ejemplificantes. Pero el estudio sistemático de ciencias sociales, con la política y las obras y el pensamiento del “Gran Líder” (como se le conoce en Corea del Norte) como centro, comienza a partir de la secundaria.
Entre 1991 y 1994, el país aguanta la embestida del bloqueo económico, tras el fin del comercio socialista. Los coches prácticamente desaparecen de las carreteras, así como numerosos servicios dependientes de los hidrocarburos. Pero para Hyang, la vida sigue siendo relativamente fácil. La austeridad decretada por el gobierno excluye en todo momento los servicios sociales, por lo que su escuela se mantuvo en las condiciones habituales. También siguieron abiertas las piscinas públicas, los parques juveniles e incluso, algunos fines de semana, el Parque de Atracciones de Mangyongdae.

Pero, especialmente, para alegría de Hyang, se mantienen abiertos los Palacios de los Niños y los Estudiantes. En total, hay repartidos más de 60 en todo el país. Son inmensos centros para actividades extraescolares. Los niños y niñas pueden acudir gratuitamente a practicar deportes, idiomas, arte, música,... Hyang acude con regularidad al Palacio de los Niños y los Estudiantes de Mangyongdae, a las afueras de la capital y el más grande de todo el país. En un mismo momento, 5000 niños pueden estar practicando distintos tipos de actividades dentro. Incluso en los momentos más difíciles, estos centros siguieron abiertos para los “reyes del país”.

Si hay un año en el que verdaderamente todo se torció para los norcoreanos, ese fue 1994, el inicio de la época más negra de la historia de Corea del Norte. El 8 de julio, Hyang acude como cualquier otro día a su escuela. Su profesor tiene los ojos enrojecidos y pasa varios minutos en silencio. Finalmente habla: Kim Il Sung ha muerto. Inmediatamente después, estalla a llorar. La misma escena se repite en numerosos lugares del país. Las calles se inundan de trabajadores, estudiantes, jubilados; hombres y mujeres, todo el mundo quiere dar la última despedida al legendario guerrillero. Trenes y autobuses abarrotados de gente llegan de todas partes del país. No queda ni rastro del habitual optimismo norcoreano.

Esta será la primera de una larga cadena de desgracias que afectan al país. Hyang tiene entonces 13 años. En los tres siguientes años, las inundaciones arrasan las zonas rurales, mientras Estados Unidos endurece el bloqueo económico.

Esta vez sí, la crisis se hace palpable a todos los niveles. La mayor parte de los días, la escuela funciona sin luz. Los alumnos tienen que acudir a clase con el abrigo puesto, porque no hay calefacción. Afuera, la temperatura desciende hasta los 10º bajo cero. En el interior del país, las temperaturas son aún más bajas.

Un compañero de clase de Hyang, Lee, es apadrinado por el Estado. Sus padres, ante el deterioro de las condiciones de vida, han emigrado a China. Lee, unos años después, acabará por explicar que sus padres tenían “baja conciencia ideológica” para afrontar la situación. Sus padres no serán los únicos en adolecer “baja conciencia ideológica” durante este periodo. La crisis es brutal, y el Partido pide a toda la población que trabajen como héroes anónimos: solo la heroicidad de sobrevivir al día a día, demostrando un alto espíritu de emulación socialista, sacará a Corea de la crisis.

Los primeros en dar ejemplo es la dirección revolucionaria. Los ministeriores funcionan sin luz y tienen que bajar a diario a recoger agua de las fuentes públicas. Kim Jong Il, nuevo líder del país, también decide dar ejemplo y los medios de comunicación publicitan que ha reducido sus comidas diarias a dos.

En su propia casa, Hyang también hace sólo dos comidas diarias. La situación es tan complicada que, en febrero, el día de su cumpleaños, su madre le prepara una ración extra de comida. Cuando se la da, ambas se echan a llorar.

Pero no todo es tristeza en el país. En 1995, Hyang ingresa en una ceremonia solemne en la Liga de la Juventud Trabajadora Socialista. A través de ella, Hyang tiene una intensa vida política durante estos años. Las reuniones son frecuentes y la actividad también. La célula de la clase de Hyang decide trabajar en la reparación del instituto después de las clases. Miles de jóvenes a lo largo del país toman iniciativas similares.

Ante la crisis, cualquier esfuerzo es poco y la Liga Juvenil pone todos los esfuerzos Cartel de la la Liga Juvenil Socialista por contribuir a la "Kim Il Sung" recuperación del país. Este tipo de contribuciones, además de ser útiles, crean una conciencia política entre quienes participan en ellas.

En 1996, en el 50 aniversario de la fundación de la Liga, ésta cambia de nombre para honrar a su fundador: Kim Il Sung. La Liga se llamará ahora Liga Juvenil Socialista “Kim Il Sung”. Dos años después, Hyang supera el examen de acceso a la Universidad. Ese año, la situación económica comienza a mejorar en Corea.

6 – La Universidad Kim Chaek

Con un padre dedicado al transporte ferroviario y una madre ingeniera especializada en la industria eléctrica, Hyang parecía predestinada a acabar estudiando en una universidad de tecnología. En Corea, las facultades de ingeniería se agrupan en universidades de tecnología.

Entre ellas, la más prestigiosa es la Universidad Kim Chaek, en Pyongyang. Kim Chaek fue uno de los grandes revolucionarios coreanos. Dirigió una de las columnas guerrilleras en la lucha independentista contra Japón y fue el primer Ministro de Defensa de la República Popular Democrática de Corea.

Kim Chaek murió en un bombardeo en la guerra contra Estados Unidos, en 1951. En su honor, la primera universidad de tecnología del país lleva su nombre, así como una ciudad de la costa oriental. Hyang accede a la facultad de la industria eléctrica. En Corea, las mujeres acceden igual que los hombres a los puestos de dirección de la industria y, de hecho, el ministerio de la energía está actualmente dirigido por una mujer. Sin embargo, antes de acceder a la universidad, Hyang tiene que hacer una elección vital: ingresar o no en el Ejército Popular.

En Corea, el servicio militar es obligatorio para los hombres y voluntario para las mujeres. No por ello dejan de alistarse mujeres al órgano militar. El periodo de servicio es muy amplio: 5 años. El ejército cumple muchas más funciones en Corea que en un país capitalista. En Corea, los soldados no sólo manejan armas, sino que realizan obras de construcción y sirven a la población. Tienen el deber de salvaguardar las conquistas del socialismo en el país y es un cuerpo muy ideologizado.

El Ejército Popular no se entiende en el clásico sentido jerárquico y despótico que tiene en
Occidente (1). Hyang, como mujer, tiene la posibilidad de no entrar en el
Ejército Popular. Y como todo coreano, en caso de querer hacerlo, tiene la posibilidad de acceder a la institución militar antes o después de sus estudios superiores. Hyang quiere ingresar en ese mismo momento y hasta 2003 permanecerá en la institución.

En las universidades coreanas, es muy clara la diferencia entre aquellos que realizan sus estudios superiores tras haber pasado la experiencia del Ejército Popular y quienes proceden de la secundaria.

No sólo es una cuestión de la madurez que dan los años, sino del espíritu de disciplina consciente, camaradería y abnegación con la que la mayoría de soldados salen tras su experiencia.

El año 1998, en el que Hyang ingresa en el Ejército Popular, no es únicamente el primer año en el que Corea comienza a recuperarse económicamente. También es el 50 aniversario de la fundación de la República Popular Democrática y el año en el que Corea sorprende al mundo enviando un satélite al espacio. El orgullo nacional es palpable en las calles y un espíritu de superación comienza a resurgir.

Cuando Hyang se licencia a finales de 2002, el país aún sigue en proceso de recuperación. En los meses antes de entrar definitivamente a la Universidad, Hyang se ofrece voluntaria en una de las brigadas juveniles de choque de la Liga Juvenil. Estas brigadas contribuyen a gigantescas obras de construcción a través de trabajo voluntario. Autopistas, obras hidraúlicas, túneles,... han sido renombrados con el nombre de “juvenil” o “heroica juventud”, para remarcar el hecho de que se construyeron con el sudor voluntario de la juventud coreana.

En 2003, Hyang por fin ingresa a la universidad. La Universidad Kim Chaek cuenta con modernas instalaciones, numerosos laboratorios, salas de prácticas y una biblioteca con 100'000 libros. En 2006 se termina la nueva biblioteca, llamada e-biblioteca, porque aprovecha al máximo las posibilidad de la web. Las clases se pueden seguir a través de cualquier ordenador del país, tanto en directo como en diferido. Los profesores responden dudas tras las clases.

En total, 21 millones de ejemplares están gratuitamente a disposición del alumnado y de cualquier persona del país. Muchos de los libros son importados y existen numerosos equipos de traductores para pasar el texto al coreano. Hyang solo conoce la nueva e-biblioteca en su último año de carrera.

Sin embargo, el aprendizaje durante los años anteriores ha sido muy fructífero: más de la mitad de las clases han sido prácticas, fomentando la experimentación de la propia Hyang, los profesores permanecen un determinado número de horas en la facultad, para que los alumnos puedan hacer todo tipo de consultas, etc. Además, la propia universidad tiene un centro polideportivo, incluyendo pistas de baloncesto, volleyball, fútbol y una piscina.

El último año de carrera, Hyang lo combina con trabajo práctico real en una nueva central hidroeléctrica, dentro de las muchas que se construyen durante este periodo en el Norte de Corea.

En el momento de graduarse de la universidad, en 2007, Hyang se convierte en una entre
2'100'000 personas con estudios superiores del país. En 1945, momento de la liberación del país, tan solo había 9 personas con estudios superiores. Si entonces no había ninguna universidad en todo el país, ahora existen alrededor de 300 universidades y más de 500 centros superiores especializados.

Esto es, sin duda, prueba del enorme empeño que existe en Corea por dotar a las personas con los conocimientos técnicos suficientes y la conciencia ideológica necesaria para transformar la naturaleza y la sociedad, objetivo central del comunismo, en su manera de entenderlo. Gracias a eso, Hyang, y muchas personas como ella, tienen y han tenido la posibilidad de estudiar dentro de uno de los sistemas educativos más avanzados del planeta. De esta manera, el capital humano es uno de los principales recursos con los que cuenta el socialismo coreano, más poderoso que cualquier arma nuclear.

Juan Nogueira López


1 “El poderío de un ejército revolucionario está en su superioridad político-ideológica. […] Nuestro Partido guía la revolución y su construcción mediante la dirección colectiva de sus comités a todos los niveles. [..] En el Ejército Popular también se debe hacer que sus respectivos comités del Partido debatan y decidan todo de modo colectivo. […] En cuanto a los cargos militares, existen diferencias entre superiores e inferiores, pero en la vida partidista no puede haberlas, todos deben tomar parte en ella con iguales derechos y deberes. […] Si una persona no recibe la educación y el control necesario, degenera inevitablemente. […] [Por eso] se debe promover altamente la democracia [y la crítica]” (Kim Jong Il, “Para elevar el papel de las organizaciones del Partido y otros órganos políticos del Ejército Popular)


Esta quinta parte es la última del artículo "La Educación en la RPD de Corea", por Juan Nogueira.

25 de marzo de 2011

Cuarta Parte de "La Educación en la RPD de Corea" (Juan Nogueira)

La Educación en la RPD de Corea
- Cuarta Parte -

Juan Nogueira López
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En este cuarto y penúltimo artículo sobre la Educación, cerraré la parte dedicada al análisis histórico de la Educación socialista en Corea. El periodo que cubre es desde los años 80 hasta la actualidad.

Una vez finalizada la parte histórica, el artículo analiza los principios directrices que guían en general la Educación en Corea del Norte. Es decir, aquellos valores inherentes a todo el proceso de construcción de una Educación socialista y que son plenamente vigentes a día de hoy.

Empezamos, por tanto, con la última etapa de la historia de la Educación en Corea.

2.7 – La Intelectualización de toda la sociedad (1980 – actualidad)

Empezaré por situar el contexto de los años que analizo, tal como he hecho en los anteriores artículos. Leyendo los anteriores artículos, se puede recordar que el crecimiento económico norcoreano había sido impresionante desde los años 50. Durante la década de los 70, el crecimiento económico creció cada año, de media, un 15'9%1.

Este crecimiento anual está entre los más altos del mundo.

La producción industrial se multiplicó 3'9 veces durante la década y la producción de artículos de consumo 3'7 veces. En 1974, la producción de cereales se elevó a 7 millones de toneladas, en 1977 a 8'5 millones y hasta 9 millones en 1979.

En 1974, Corea se convirtió en el primer país del mundo en abolir completamente los impuestos.

Otros dos datos dan idea del incremento del nivel de vida durante esta década. El primer dato es que durante esta década, el nivel medio de los salarios aumentó un 31'5%. Al mismo tiempo, 21'800 tipos diferentes de artículos bajaron de precio, traduciéndose esto en una bajada general del precio de los artículos de consumo de entre el 30 y 50%. Todo esto supuso un considerable aumento de la capacidad adquisitiva de los norcoreanos. Al mismo tiempo, se desarrollaron grandes campañas de construcción de vivienda2, de mejora del nivel de vida (como la campaña de entregar una televisión a color a todas las familias del país) y, en general, en todos los ámbitos.

Los años 80 siguieron la misma tendencia. Hasta 1984, el ritmo de crecimiento económico fue de un crecimiento anual del 12'2%. Se pusieron a funcionar 17'785 nuevas fábricas y talleres modernos. En 1984, la producción de cereales se elevó a 10 millones de toneladas, cifra histórica para un país con menos del 18% de la superficie arable. Se consignó gracias a las masivas inversiones en la agricultura, que multiplicó 1'4 veces el área irrigada respecto a 1980, 1'3 el número de camiones de transporte agrícola, 1'5 el número de tractores, 2 veces el número de segadoras, 1'5 veces el número de máquinas de transplante de arroz y 6'3 veces el número de cosechadoras. El número de químicos se duplicó durante este mismo periodo.

En 1985, el volumen de las exportaciones ascendió a 11'680 millones de dólares, una cifra 74 veces superior a los niveles de 1946. El nivel de vida, que en precios constantes de 1970 era de 1000 dólares reales per capita, ascendió en 1979 a 1920 dólares y en 1986 a 2.400 dólares. Durante esa misma década, otros países asíaticos como China o India tenían medias de 1135 y 498 dólares reales por cabeza. El hecho es significativo porque 40 años antes, cuando Corea empezaba su revolución, China e India tenían indicadores similares a los de Corea.

En el aspecto social, la situación de Corea del Norte era también muy buena. La esperanza de vida ascendía en 1984 a 74 años, dejando por detrás a otros países asiáticos como India (58) o China (69) y siendo la mejor cifra de todo el bloque socialista, después de Cuba (75). Antes de la liberación, la esperanza de vida era de tan sólo 38'4 años, por lo que el logro es espectacular. Durante los 4 primeros años de la década de los 80, se construyeron 290 centros de atención médica, hospitalaria y de medicina preventiva y el número de médicos se multiplicó por 1'4 y el de camas de hospital se elevó en 106% (hasta 135'9 por cada 10'000 habitantes). De esta manera, el número de médicos por cada 10'000 habitantes ascendía a 27 en 1986. En Gran Bretaña, uno de los países más desarrollados de Europea Occidental, el número de médicos por cada 10'000 habitantes sobre la misma fecha era menor que en Corea del Norte: 18'2.

También en Estados Unidos (25'7) y otros países del “Primer Mundo” (Alemania, Suecia, Dinamarca,...). Si los países más avanzados no alcanzaban los niveles norcoreanos, los países asiáticos ni siquiera se acercaban a ellos, incluyendo a Japón (15) o Corea del Sur (6). Incluso dentro del propio bloque socialista, los niveles norcoreanos encabezan los indicadores de Asia, superando a China (13'6) o Vietnam (3'2). Los únicos países que superan a Corea son algunos países socialistas más desarrollados, como la RDA (31'9), Checoslovaquia (36'5) o la Unión Soviética (43'3).

Si hasta 1990, todos los planes económicos se fueron cumpliendo con normalidad, el plan sexenal (1987 – 1993) fue el primero en no dar los resultados esperados. No fue por debilidad interna, sino debido a la caída de la mayoría de socios comerciales de Corea del Norte (los países del bloque socialista) y al recrudecimiento del bloqueo internacional, con situaciones que llegaron hasta el bloqueo militar total en 1994.

De no haber caído el bloque socialista, el plan sexenal hubiera situado a Corea del Norte como un país plenamente del Primer Mundo. Los objetivos económicos eran producir 100,000 millones Kwh de electricidad, 120 millones de toneladas de carbón, 10 millones de toneladas de acero, más de 1'7 millones de toneladas de metales no ferrosos, 22 millones de toneladas de cemento, 15 millones de toneladas de cereales, 11 millones de toneladas de productos marítimos, 7'2 millones de toneladas de fertilizantes químicos, 1'5 millones de kilómetros de textiles y quitarle 300'000 hectáreas de terreno cultivable al mar.

El nivel de cumplimiento de estos objetivos en 1990 eran completamente normal.
En nivel de vida, el plan se hubiese traducido en la construcción de entre 150'000 y 200'000 viviendas cada año y la producción de alimentos hubiera asegurado el potencial consumo diario por persona de 175 gramos de carne, más de 400 gramos de pescado, un huevo, 30 gramos de aceite para cocinar, 300 gramos de frutas y 100 gramos de bollería, además, por supuesto, de un alto consumo de cereales (principal elemento de la dieta norcoreana). Cada año, además, corresponderían 76 metros de ropa por persona.

Todo esto quedaba recogido en el plan que lamentablemente se frustró a comienzos de los 90. Entre 1994 y 1998 se da una caída generalizada de los niveles productivos, debido a la suma de factores internos (desastres naturales, auto-dependencia,
carencia de petróleo) y externos (bloqueo económico, situación de máxima tensión política en 1994, caída del bloque socialista).

En 1994, además, muere el histórico dirigente de la Revolución: Kim Il Sung. Sin embargo, y a diferencia de otros países como China, el socialismo norcoreano demostró su vitalidad al superar la muerte de uno de sus dirigentes sin traicionar a los ideales socialistas. El momento era absolutamente delicado, debido a la situación internacional de total anti-comunismo y a la situación interna de crisis económica.

A partir de 1998, el país comienza de nuevo a crecer. Lentamente, todos los sectores de la economía se han ido recuperando y en 2008 comenzó un plan económico muy ambicioso que pretende situar en 2012 a Corea del Norte a las puertas de la “nación socialista próspera y desarrollada”.

Aquí concluye el análisis del contexto económico y político. Vamos a ver ahora el desarrollo de la educación durante este periodo.

2.7.1 – Algunos precedentes de la intelectualización de toda la sociedad en la década de los 70.

“Intelectualizar a toda la sociedad quiere decir formar a cada persona del país, una vez que adquiera su conciencia de clase obrera, como un hombre o mujer comunista integralmente desarrollado, que tenga el nivel técnico y cultural de un graduado universitario.” (Kim Il Sung)

En esta cita encontramos algunas de las claves para entender qué quiere decir en Corea del Norte intelectualizar a toda la sociedad. El objetivo final es que todas las personas del país tenga un nivel mínimo de un graduado universitario, base intelectual que según los norcoreanos tiene que adquirir cada miembro de la sociedad para poder construir la sociedad comunista.

Este objetivo tiene mucho que ver con la formación de los adultos mediante planes flexibles y versátiles que se adapten a las condiciones de cada miembro de la sociedad.

Más adelante veremos algunos de ellos, pero antes de eso tenemos que analizar cómo surge este objetivo.

El objetivo de intelectualizar a toda la sociedad se marca en el Sexto Congreso del PTC, celebrado en 1980. Pero durante los años 70 ya se avanzó en esta línea. Por ejemplo, en el Quinto Congreso del PTC se creó el movimiento de las tres revoluciones: técnica, cultural e ideológica.

Este movimiento, vigente a día de hoy, pretende avanzar desde distintos ámbitos hacia el comunismo. Es un movimiento, principalmente, de masas y que eleva el espíritu de independencia y conciencia ideológica.

¿Cómo se aplica? Por ejemplo, en lo referido a la revolución técnica, el objetivo fundamental es que los trabajadores de las empresas adquieran un sentimiento de ser auténticos propietarios de los medios de producción y que pierdan todo tipo de “miedo” a la tecnología y a la dirección.

En concreto, cada empresa del país tiene objetivos de producción marcados por la administración en función de sus capacidades productivas. Pero las asambleas de obreros pueden modificar esos objetivos si son irreales o si conscientemente deciden de superar esa barrera productiva. En este último caso, los obreros estarían participando en el movimiento de la revolución técnica.

Lo que a continuación hacen los trabajadores es trazar un plan de producción para alcanzar la cifra que se proponen: a través de trabajo voluntario, a través de innovaciones (investigación tecnológica, básicamente), a través de mejoras en el sistema de organización de la producción,... etc En cualquier caso, el simple hecho de marcarse este objetivo, trazar un plan y hacer sacrificios y trabajo práctico para cumplirlo, eleva la conciencia ideológica. Pero además, el país entrega todos los años la bandera de la revolución técnica a los obreros de las empresas que mejor cumplen con el objetivo del movimiento. La cuestión principal es que sólo se entrega a aquellas empresas en las que los obreros decidieron voluntariamente marcarse el objetivo. Es decir, no sería válido que “por inercia” o casualidad, una empresa consiguiera un alto rendimiento productivo y esto fuese considerado parte de la revolución técnica. Para que realmente se cumpla este avance, los trabajadores tienen que marcarse el objetivo de forma consciente.

En 2008, cuando participé en una delegación al país, pude acudir a la Exhibición de las Tres Revoluciones, donde se muestran los logros de este movimiento. De esta manera, los obreros de muchas empresas del país participan en este movimiento, lo cual supone un avance productivo a la vez que ideológico. Los obreros de las empresas que han logrado una bandera de las tres revoluciones, la colocan siempre a la entrada: es un orgullo para ellos, como colectivo.

Además, cabe reseñar otras dos medidas tomadas durante los años 70 y que sirven como precedentes a la tarea de intelectualizar a toda la sociedad. Por un lado, se crearon dos distinciones para condecorar al profesorado: Profesor del Pueblo y Profesor de Mérito.

Son distinciones que se entregan cada año entre aquellos profesores que son elegidos como trabajadores ejemplares en su propia asamblea. De la misma manera, la máxima distinción laboral que entrega el Estado, el título de Héroe del Trabajo, comenzó a otorgarse también a los profesores. Desde entonces y hasta 2007, alrededor de 550 profesores han recibido alguno de estos títulos.

Por último, tuvo lugar en septiembre de 1978 el mayor Congreso histórico de la historia de la Educación. Más de 15'000 profesores de todos los niveles acudieron a este encuentro celebrado en el Estado Cubierto de Pyongyang. Por cada escuela primaria y secundaria del país se invitaron a tres profesores, por cada universidad, a cinco. Además, también había profesores de institutos para adultos y de pre-escolar, funcionarios del Partido en el sector de la Educación, miembros de la Liga Juvenil Socialista Trabajadora, delegados extranjeros,...

En este encuentro, presidido por Kim Il Sung, se explicaron numerosas vías para mejorar el nivel de la Educación socialista. Uno de los asuntos fundamentales fue el llamamiento a la formación continua del profesorado, incidiendo especialmente en mejorar los niveles de conocimiento científico y en lenguas extranjeras. Además, se discutieron algunos errores en la aplicación del reciente sistema de educación se 11 años. También se aprobó por aclamación un slogan: “¡El Partido, el pueblo y el ejército; todos debemos estudiar!”. Aquí comienza la campaña de estudio para adultos que se extenderá desde la década de los 80.

Pero el Congreso no tendría sólo un efecto subjetivo sobre aquellos que pudieron acudir o seguirlo por televisión. El Congreso tuvo varias repercusiones prácticas. Por ejemplo, durante los siguientes años, la producción de medios audiovisuales de enseñanza creció en un 171%. A los profesores se les comenzó a considerar un sector prioritario a la hora de otorgar vivienda y mejoró su acceso a numerosas prestaciones sociales.

2.7.2 – El Sexto Congreso del PTC

El Sexto Congreso del Partido del Trabajo de Corea (1980) es el que hace un llamamiento a la intelectualización de toda la sociedad. El punto clave, en mi opinión, es que se entiende que para alcanzar este objetivo deben diversificarse los medios. Para empezar, se distingue entre la educación para adultos y el sistema normal de educación.

Educación para adultos Hasta el Sexto Congreso, el objetivo había sido elevar el nivel educativo de todos los trabajadores del país hasta el nivel de un graduado en secundaria.

Este objetivo se cumple a mediados de los años 70, al mismo tiempo que se alcanza el millón de personas con un nivel de graduado universitario.

El Sexto Congreso marca el objetivo de elevar el nivel cultural y técnico de todos los adultos del país hasta el nivel de un graduado universitario. Obviamente, este es un objetivo a medio y largo plazo, pero se ponen en marcha numerosas iniciativas para lograrlo. El objetivo fundamental es que los trabajadores manuales eliminen todo tipo de diferencias en cuanto a capacitación respecto a los trabajadores intelectuales. De esta manera, todo trabajador puede ser productor y dirigente al mismo tiempo, algo que se va acercando al ideal del comunismo.

Una de las primeras medidas en este sentido fue multiplicar el número de instituciones de enseñanza superior en las fábricas. Como se ha explicado en otros artículos, este sistema permite la formación sin apartarse de la producción. Al mismo tiempo, la formación tiene un sentido completamente práctico: se explican los conocimientos y se aplican en el mismo momento de las clases.

Si en 1970 el número de facultades en fábricas era de 35, el 1980 este número ascendió a 85. Sólo en 1984, se crearon seís nuevas instituciones de este tipo, en la industria metalúrgica, eléctrica, de maquinaria, en la automoción y en la minería.

Pongamos un ejemplo. En 1981, 126 mineros de la mina Kumsan (una de las minas del complejo minero de Ryongyang) recibieron educación superior en la modalidad de estudio sin apartarse de la producción. Mediante este modelo de educación recibieron el título de auxiliar de ingeniero.

Todos los graduados recibieron permiso para apartarse de la producción durante un año y completar sus estudios en cursos específicos preparados por la Facultad de Tecnología de la Universidad de Ryongyang.

En abril de 1981, la Asamblea Popular Suprema decidió generalizar este modelo de formación a todo el país, haciendo un especial esfuerzo en la formación de cuadros de las zonas rurales, que en general están algo rezagados respecto a las ciudades.

Especialmente, se decidió establecer un sistema de estudio invernal para campesinos, ya que en Corea el invierno es gélido y no se puede cultivar nada.

También se reformó el sistema de cursos por correspondencia, mezclándolo con el de clases en la tarde-noche. Hasta el momento, los cursos por correspondencia funcionaban enviando toda la documentación necesaria a los alumnos y haciéndoles acudir dos horas varias veces por semana a los centros de enseñanza, para explicar determinadas materias.

El nuevo sistema, desarrollado a partir de experiencias de la Universidad de Agricultura de Sariwon, le dio la vuelta al método. En el caso concreto de esta universidad de agricultura, cada día, los instructores van a determinadas cooperativas y dan las lecciones en las propias granjas. De esta manera, los campesinos matriculados tienen en su propia cooperativa clases de una materia diferente cada día, complementando los apuntes recibidos por correo. Básicamente, las clases presenciales sirven para hacer sobre la práctica lo que ya explican en la teoría los apuntes.

A partir de 1982, además, comenzó a emitir la Universidad por televisión, un proyecto que perdura hasta hoy.

Pero la iniciativa más ambiciosa, fue la construcción del Gran
Palacio de Estudios del Pueblo. La edificación de este palacio viene precedida del llamamiento a que Partido, Ejército y Pueblo estudien.

A principios de los 80 es cuando se implanta el “hábito revolucionario del estudio”, en palabras de Kim Il Sung. Todos los miembros del Partido y del Ejército y, de forma voluntaria, la mayoría de trabajadores del país, llevan a cabo un plan sistemático de estudio. En este sentido, se dan condiciones favorables al estudio. Por ejemplo, los sábados se definen como día de estudio y los trabajadores que así lo deseen pueden acudir a conferencias, a estudio colectivo, formación en idiomas, técnica,... Esto, sumado al sistema de estudio sin apartarse de la producción, a la posibilidad de apartarse del trabajo para formarse sin perder empleo y sueldo y al sistema de educación por correspondencia, crean un modelo diversificado de estudio para adultos.

Y aquí entra en juego el nuevo Gran Palacio de Estudios del Pueblo, construido en 1981 en el mismo centro de Pyongyang. Está situado en la Plaza Kim Il Sung. Durante 20 años después del fin de la Guerra, se mantuvo este lugar intacto, evitando colocar edificios gubernamentales, ya que se pretendía dar un uso “civil” al centro de la ciudad. Una vez finalizado, el edificio cuenta con 100'000 metros cuadrados de espacio y alberga 600 salas y 30 millones de libros. Cuenta con salas de conferencias, modernos escuelas de idiomas, salas de estudio, salas audiovisuales, salas de audiciones,... En él se organizan clases, discursos, debates, cursos cortos de formación, seminarios, conferencias científicas,... Todas las actividades se anuncian por televisión, radio y, a día de hoy, por la web. Por eso, muchos trabajadores de diversas zonas del país acuden a él para formarse.

El centro envía a ponentes, trabajadores de investigación y bibliotecarios a los lugares de producción para que investiguen, al tiempo que ofrecen materiales de formación a los trabajadores y traducen materiales extranjeros. Todo lo que puede decirse en palabras sobre este centro, probablemente se quede corto.

El Gran Palacio de Estudios del Pueblo, en el centro de Pyongyang. En Corea lo definen como un centro para la intelectualización de toda la sociedad

“El Gran Palacio de Estudios del Pueblo no es una mera biblioteca, sino la base central para la intelectualización de toda la sociedad y una universidad a distancia para todo el pueblo trabajador.” (Kim Il Sung).

Uno de los detalles más humanos que se encuentran en este centro es que cada una de las mesas de las salas de estudio tiene una altura regulable. Esto permite que acudan por igual niños y adultos, mujeres y hombres; en definitiva, personas de todas las alturas.

Desde el mismo momento de su apertura, el Gran Palacio ha estado en pleno funcionamiento. A él acuden más de 10'000 personas cada día. Desde entonces 1981 y hasta hoy, millones de personas han recibido formación en este centro.

“La Educación debe ser sensible a las realidades cambiantes y dinámicas de nuestro país. Todos los aspectos de la educación, incluyendo su contenido y métodos, deben mejorar y perfeccionarse de acuerdo a la realidad en desarrollo.” (Kim Il Sung, 1980)

La Educación escolar y universitaria también vivió cambios tras el Sexto Congreso del PTC. El Congreso expresó la idea de que la Educación debe “adaptarse al continuo desarrollo y profundización de la Revolución”. Esta idea también quedó recogida en el Séptimo Congreso de la Liga de la Juventud Socialista Trabajadora (Octubre 1981).

Básicamente, desde la década de los 80 y hasta día de hoy, la Educación ha ido perfeccionando algunos aspectos, pero sin vivir grandes cambios.

Por ejemplo, desde 1978 comenzó a incrementarse mucho los materiales audiovisuales. Especialmente, se reforzó la enseñanza científica y de idiomas extranjeros a partir de materiales audiovisuales.

Todas las escuelas del país comenzaron a incorporar aulas preparadas específicamente para el aprendizaje de idiomas. Se puso especial énfasis en que los materiales audiovisuales sirviesen a los profesores para romper la monotonía de las clases. También durante esta época se redujo la cantidad de horas de clase teórica y aumentó aún más las clases prácticas, que desde entonces son la amplia mayoría dentro de las horas lectivas. En junio de 1983 también se decidió construir una piscina cubierta en cada escuela del país, para ampliar las posibilidades de educación física. Ese año se construyeron 400 nuevas piscinas y se reconstruyeron o mejoraron 890.

Se reformó completamente el sistema de exámenes, de forma que no se pide a los alumnos aprender “de memoria”, sino un aprendizaje dialéctico de los conceptos y de su aplicación práctica.

Finalmente, es también en la década de los 80 cuando se formula por primera vez la educación para niños superdotados y se flexibiliza la educación para niños talentosos. En 1982, una chica de 13 años fue pionera en este aspecto. A sus 13 años, era especialmente talentosa en Bellas Artes. La Universidad de Pyongyang de Bellas Artes preparó un curso especial para ella, combinando la Educación General y Educación específica para desarrollar al máximo su talento. Esta práctica se generalizó. También se abieron colegios especiales para niños superdotados.

2.7.3 – Los últimos 20 años: Educación y nuevas tecnologías de la información.

Los años 90 son los años en los que Corea del Norte vive la primera crisis económica de su historia.

Los motivos son fundamentalmente externos, pero las consecuencias afectan a todos los sectores del país.

Uno de los objetivos clave hasta 1998 fue mantener las conquistas de la Revolución.

Dado que no se podía avanzar, al menos no retroceder. En este sentido, Corea ha seguido dando educación gratuita y obligatoria de 11 años a todos los jóvenes. El 100% de los gastos relacionados con la Educación no obligatoria también han seguido estando cubiertos por el Estado. Se mantiene toda la infraestructura educativa, la metodología y los contenidos, las actividades extraescolares y la Educación para niños talentosos. En general, no se retrocedió ni un solo paso, durante unos años en los que hubiese sido fácil reducir el presupuesto educativo.

Cuando en 1998 el país comienza a recuperarse progresivamente de la crisis, Corea se marca nuevos retos y comienzan a darse nuevos pasos hacia el objetivo de la intelectualización de toda la sociedad. Uno de los más destacables está relacionado con la introducción de la informática en la enseñanza.

A día de hoy, prácticamente no hay una sóla escuela en todo el país que no posea ordenadores, ya sea en las ciudades o en el campo. La Universidad Kim Chaek de
Tecnología fue pionera en crear una EBiblioteca, es decir, una biblioteca completamente dotada de medios informáticos. Le siguieron el Gran Palacio de Estudios del Pueblo y la Universidad Kim Il Sung. En total, 21 millones de volúmenes (libros, revistas, tesis doctorales,...) han sido digitalizados hasta el momento y se pueden consultar de forma gratuita desde cualquier ordenador del país. También se puede acceder a música y películas. Además, desde diciembre de 2007, la Universidad ha comenzado la tele-formación3. Las clases se graban y se pueden seguir en directo desde cualquier punto del país. Al final de las clases, los profesores responden a preguntas de los alumnos por medios digitales. Las clases quedan almacenadas y se pueden consultar en cualquier momento. También se pueden plantear preguntas por e-mail. En el primer año de funcionamiento, más de 120 clases fueron retransmitidas a través de este sistema.

Desde luego es más provechoso acudir a la clase de forma presencial, ya que el centro está dotado de modernos sistemas de presentaciones, imagenes 3D, audio,... Pero la posibilidad de acceder a unos conocimientos avanzados, aún sin participar de forma presencial en la clase, es un gran avance.

También existen numerosos programas de aprendizaje a través de software, por medio de programas de pregunta y respuesta, de reconocimiento de voz para aprendizaje de idiomas y de formación individualizada (avanzando en función del conocimiento personal, saltando rápido aquello que ya se domina y con muchos recursos para mejorar allá donde se necesita un refuerzo).

Es muy significativo contrastar este uso que Corea da a los recursos online con la tendencia que se va imponiendo en Occidente, más ligada a la protección de datos, la persecución del libre intercambio de archivos y cultura y a cobrar por acceder a materiales y artículos científicos. Bajo el socialismo, no se le ponen barreras al conocimiento, sino que este se pone al servicio del pueblo.

Mientras tanto, el capitalismo tiende a la mercantilización y, en consecuencia, a la restricción.

Desde luego, Corea no ha agotado las posibilidades que la red da a la formación. La exploración de este campo sólo está en sus primeros pasos y existen numerosos limitantes, como el bloqueo económico al que se ve sometido el país.

Hasta el momento, el país ha conseguido formar 2'100'000 personas con un nivel de graduado universitario. La rueda no deja de girar y se sigue avanzando. Estoy seguro de que en el futuro veremos nuevos y mayores éxitos en el ámbito de la formación.

3 – Principios de la Enseñanza en Corea

Hasta ahora, todos los puntos precedentes analizaban la historia de la Educación en Corea. En este punto se analizan los principios sobre los que ésta se asienta, principios que son inherentes a toda la historia de la Educación en Corea y que se han formado de modo progresivo.

3.1 – Juche y Educación

El marxismo del siglo XX ha interpretado de muy diferentes formas la construcción del socialismo.

Todas las teorías coinciden en una cosa: la sociedad comunista será una sociedad igualitaria. Pero a partir de ahí, cada partido puso énfasis en un aspecto diferente.

Algunas teorías incidieron más en el elemento material como aspecto clave para la construcción del socialismo. Es el caso, por ejemplo, de la Unión Soviética. Para los soviéticos, sólo se podría distribuir de forma igualitaria una vez existiera la abundancia generalizada. Es decir, el aspecto esencial es desarrollar al máximo las fuerzas productivas para acelerar la llegada de una sociedad de la abundancia generalizada, a partir de la cual se podrían comenzar a reducir las diferencias sociales progresivamente.

Sin embargo, para desarrollar al máximo las fuerzas productivas, en la versión soviética del socialismo, había que incentivar a los trabajadores a través, sobre todo, de incentivos materiales (primas a la producción) y de la creación de diferentes escalas salariales en función de la capacitación del trabajador. Es decir, los cuadros (ingenieros, directores de empresa, administradores,...) tienen un escala salarial superior a la de los trabajadores menos capacitados.

De esta manera, se fomentaba la formación y la productividad, pero apelando al interés material del trabajador.

Los soviéticos ponían el acento sobre la distribución4 (diferenciación de salarios, quién más produce y más formado está, más cobra), a pesar del peligro de crear diferencias sociales significativas.

Otras teorías consideraron que el aspecto fundamental del socialismo no es una mayor abundancia sino unas relaciones de producción de nuevo tipo. Por eso, en el trabajo diario no sólo deben producirse bienes materiales, sino que también deben reproducirse relaciones de producción socialistas. En esto hicieron hincapié, sobre todo, las teorías maoístas y guevaristas.

Tanto en China como en aquellas empresas cubanas que siguieron el modelo del Che, se pusieron en práctica experiencias en las que las formas de cooperación en el trabajo, el sistema de primas a la producción y la política de cuadros, no ahondaron las diferencias sociales, sino que las redujeron.

Por ejemplo, en la China maoísta, los ingenieros y directores de empresas debían trabajar un número de horas mensuales en labores manuales junto al resto de trabajadores. De esta manera, se evitaba reproducir la separación psicológica entre dirigentes y dirigidos.

En Cuba, los salarios eran fijos y todos los incentivos a una mayor productividad eran llamamientos político-morales o bien incentivos materiales que sólo se entregaban si era a todo el grupo y si el trabajo se había hecho de forma cooperativa. No se entregaban primas individuales.

En esta versión del socialismo, se intenta desarrollar al máximo las relaciones de producción socialistas y el impacto que éstas tienen sobre la conciencia. Sin embargo, el desarrollo de las fuerzas productivas en todos los países que adoptaron este modelo es menor que en aquellos donde se implantó un modelo de tipo “soviético”.

Corea no se mantuvo al margen de este debate. La idea Juche considera que para construir el socialismo se deben transformar la naturaleza (fuerzas productivas) y la sociedad (relaciones de producción), pero también al hombre. De estos tres aspectos, el fundamental es el último, ya que es el hombre quien cumple las otras dos funciones: transformar la naturaleza y transformar la sociedad.

La educación socialista, por tanto, tiene como principal función transformar al hombre. No sólo en la educación, en Corea siempre se antepone esta labor en todos los ámbitos de la vida. Pongo un ejemplo. En Corea, cada día de la semana un grupo de vecinos tiene asignada una serie de tareas comunitarias (jardinería, limpieza de calles, limpieza de señales de tráfico,...). Como todas las semanas, todo norcoreano tiene tareas comunitarias, esto genera un fuerte impacto sobre su conciencia ideológica. Es mucho más fácil que una persona que limpia la calle cada semana adquiera una conciencia cívica de no ensuciar, que si simplemente se lo hubieran enseñado en el colegio. Todo en Corea del Norte está pensado para transformar la conciencia ideológica del ser y consideraba positiva la diferenciación económica entre aquellos que más producían y los que menos.

Esto se justifica en que el socialismo es una sociedad en la que se espera “de cada cual según su capacidad, a cada cual según su trabajo” humano.

Esto es así porque si el elemento fundamental de la construcción del socialismo es el ser humano, hay que desarrollarlo al máximo. Especialmente, hay que tener en cuenta, que las personas no tienen de forma innata ninguna ideología y que el la formación ideológica es un proceso gradual y constante. Por tanto, en ningún momento se puede dejar de lado.

Respecto a la Educación, en definitiva, es necesario entender que en Corea no es simplemente un proceso de adquisición de conocimientos o de autosuperación, sino fundamentalmente la transformación ideológica, técnica y cultural del hombre.

Tres son los atributos fundamentales que han de desarrollarse: el sentido de independencia, la conciencia y la capacidad creativa. Es necesario comprender que en Corea se entiende siempre al ser humano como un ser social, que sólo puede ser viable y tener éxito actuando en sociedad. Por tanto, por independencia no se entiende individualismo, sino que el ser humano como sociedad no vive subordinado ciegamente a la naturaleza o a la anarquía social, sino que de forma creativa (segundo de los atributos) planifica y reconstruye el mundo social y natural para ponerlo de acuerdo a sus intereses.

Esto sólo se puede hacer a través del tercer atributo, la conciencia, que en lo referido al mundo y la sociedad es el conocimiento científico de los mismos y en cuanto a la conciencia ideológica se refiere al conocimiento de su posición como reconstructor del mundo.

Esta es la manera de los norcoreanos de entender la construcción del socialismo.

En la Educación esto tiene dos aplicaciones. Por un lado, en cuanto a método, los alumnos deben ser capaces de desarrollar un sentido crítico e independiente. Esto se desarrolla más en un punto específico referido al método.

En cuanto a contenidos, desde un punto de vista Juche, es necesario formar revolucionarios que conozcan a la perfección el propio país y los requerimentos de la Revolución. Sólo así un coreano es capaz de saber cómo transformar la naturaleza y la sociedad de su propio país. Esto no excluye, desde luego, enseñar conocimientos referidos a otros países o procedentes de los mismos. Pero sí que exige que estos conocimientos se analicen de forma crítica, planteándose la siguiente pregunta: “¿Cómo es aplicable esto a la transformación de la naturaleza y la sociedad en Corea, en función de los requerimientos de nuestra Revolución”?

Por eso, los coreanos aprenden, fundamentalmente, aquello que es útil para construir el socialismo y el comunismo en Corea. Se pone énfasis en el pasado y presente de Corea, en su naturaleza, geografía, economía y cultura, en la política del Partido del Trabajo y en sus tradiciones revolucionarias.

3.2 – Gratuidad

Para los norcoreanos, el acceso a la Educación solo es genuino cuando ésta es gratuita.

En la mayoría de sociedades capitalistas, existe Educación obligatoria. Sin embargo, muchas personas no pueden acceder a la misma a partir de determinados cursos, ya sea por el coste de materiales escolares, prácticas de laboratorio, transporte,... o porque sus familias necesitan que todos los miembros, incluyendo los jóvenes, trabajen para poder sobrevivir.

Incluso allí donde existen determinados tramos de la Educación que son gratuitos, como es el caso del Estado Español, no existe un acceso igualitario a la enseñanza. Los hijos de las familias adineradas pueden permitirse una Educación privada, elitista y que no sufre determinados males que normalmente se asocian a la Educación pública: masificación de aulas, escasez de recursos y alumnos que sufren fracaso escolar como consecuencia de las situaciones que se viven en sus hogares.

Ninguna de estas situaciones suceden en Corea, donde toda la Educación es pública y gratuita. El 100% de los niños del país de entre cinco y dieciseís años están escolarizados. De esta manera, el Estado se responsabiliza enteramente de los jóvenes hasta la edad laboral. El resto de tramos de la enseñanza son también gratuitos, incluyendo prescolar, universidad, institutos técnicos superiores, educación para adultos,...

Los adultos pueden pedir bajas laborales para estudiar, durante las que conservan su sueldo y, en el caso de los trabajadores agrícolas, el 70% del valor de sus puntos de trabajo medios durante el último año.

No existen tasas de ningún tipo y son también gratuitas las prácticas, viajes de estudio, viajes al norte del país a lugares donde luchó la guerrilla, excursiones, transporte escolar, material escolar, actividades extraescolares... etc. El Estado entrega gratuitamente dos uniformes escolares al año, uno por cada tipo de estación (cálida o fría). No existen diferencias entre ciudad y campo en cuanto a condiciones de la Educación, salvo en lo referido al tipo de prácticas que tienen (un estudiante urbano aprende a manejar máquinas, coches,... y un estudiante rural a conducir un tractor). Tampoco existe diferencia entre sexos, siendo toda la enseñanza mixta.

La enseñanza social también es totalmente gratuita. Los estudiantes tienen cubierto acceso a bibliotecas, palacios de los niños, actividades socio-políticas,... Por último, se incentiva al estudio mediante un estipendio a los mejores estudiantes. Mientras que en Europa mercantilizamos la enseñanza, en Corea te pagan por estudiar.

3.3 – Contenidos, Pedagogía y Metodología

“El principio fundamental sobre el que se asienta toda la pedagogía socialista es que al final del proceso educativo, los alumnos deben ser personas revolucionarias, comunistas y de clase obrera.

Para ello, la Educación debe enseñarles las ideas revolucionarias del comunismo y, sobre esta base, el conocimiento científico del mundo y la sociedad. Por último, la Educación debe contribuir a que los alumnos desarrollen su condición física.” (Kim Il Sung)

El contenido de la Educación socialista es, por tanto, revolucionario, científico y realista.

Se compone de tres grandes bloques.
  • Educación ideológica: El objetivo fundamental de la Educación en Corea, como habíamos visto, es transformar de forma integral al ser humano. La educación ideológica tiene un aspecto moral: crear hombres y mujeres nuevas, dotados de una moral comunista. Pero la educación ideológica es también, en Corea, la formación de una cosmovisión revolucionaria que permita entender la esencia profunda de los fenómenos sociales. En Corea el aspecto ideológico es el fundamental: “no sirve de nada a la sociedad una persona con fuerza física o conocimientos técnicos, si ideológicamente no es consciente y moralmente es un degenerado”. Juegan un papel importante la Unión de Niños y la Liga Socialista Juvenil “Kim Il Sung”, especialmente a la hora de formar en la moral comunista a los jóvenes.
  • Educación científico-técnica: El objetivo es dar conocimientos generales y especializados que se adapten a las necesidades en desarrollo de la ciencia y la técnica del país. Este aprendizaje se da, fundamentalmente, sobre la práctica. El aprendizaje teórico sólo es completo una vez que se combina con la capacidad real de aplicarlo.
  • Educación física y estética : El objetivo es, en el caso de la educación física, asegurar que los alumnos puedan tener éxito en su vida laboral adulta y en las tareas de la defensa nacional.
  • La cultura física se trata de popularizar a través del deporte diario, en el que todos los alumnos participan. Todas las escuelas del país cuentan con piscina cubierta y la mayoría de ellas, también, con varias pistas de fútbol, baloncesto, volleyball,... Los deportes más populares son los de pelota, aunque también la natación y diversas modalidades de patinaje. Son famosos, también, los espectáculos deportivos masivos, como el Arirang, realizados por decenas de miles de estudiantes. De esta manera, se fortalece el sentido de colectivismo y organización.
En cuanto a la eduación estética, se celebran anualmente concursos de pintura y literatura en cada escuela y a diferentes niveles administrativos (urbano, provincial, nacional,...). También es parte del programa educativo que cada alumno se especialice, como mínimo, en un instrumento. La educación estética trata, sobre todo, de fomentar que los alumnos sean sensibles a la belleza y a los sentimientos.

En cuanto a metodología, el conocimiento se basa en la enseñanza heurística. Se trata de fomentar la independencia y creatividad de los alumnos a la hora de resolver los problemas. El educador es más bien un guía que induce hacia el conocimiento, pero que no dicta ni da clases magistrales. No se permite la coerción, el profesor siempre tiene que ser capaz de hacer avanzar por sí mismos a los alumnos en su conocimiento. Es importante el uso de materiales variados, especialmente los audiovisuales e informáticos.

Se valora mucho la fuerza del ejemplo, ya que las personas jóvenes son muy sensibles a las cosas nuevas y tienen un fuerte sentimiento de justicia. No existen exámenes donde se tengan que demostrar conocimientos aprendidos de memoria, sino que se busca un manejo dialéctico de los conceptos. Finalmente, tampoco se permite el castigo ni pegar a los alumnos. Se insiste en que los errores se arreglan mediante una persuasión incansable y haciendo ver a los propios infractores en qué se han equivocado. Aquí tiene mucha importancia la vida organizativa y la práctica de la crítica y la autocrítica, muy frecuentes en Corea.

Por otro lado, es importante comprender que en Corea, el aprendizaje práctico compone la mayor parte del programa educativo. La industria y los ministerios asignan parte de sus presupuestos a crear máquinas de última generación que van directamente a parar a las escuelas. De esta manera, los alumnos aprenden directamente sobre la práctica y en función de la última tecnología de la que dispone el país.

Pongamos un ejemplo. Durante un curso académico, un alumno de 14 años tiene de media unos 60 experimentos de física. Todos estos experimentos se realizan en dúos, de forma que todos los estudiantes pueden hacerlos personalmente. En la Educación superior, los experimentos se hacen de forma individual. En las Universidades de Tecnología, entre 35 y 40 semanas se dedican al aprendizaje en prácticas reales. En las facultades de Medicina, Pesca o Agricultura, las prácticas duran incluso más. Esto no quiere decir que los alumnos se dediquen a trabajar. Cuando van a hospitales, centros de producción, granjas cooperativas,... los alumnos se enfrentan a situaciones reales, pero siempre hay profesores que explican y guían el aprendizaje. Es una mezcla entre teoría
y práctica.

Finalmente, en Corea tiene mucha importancia la educación social y la vida militante, a través de actividades políticas y sociales desarrolladas, fundamentalmente, por la Liga Socialista Juvenil “Kim Il Sung”.

3.4 – El profesorado

Como hemos visto, el objetivo fundamental de la Educación en Corea es formar revolucionarios, transformar al ser humano. Por lo tanto, el rol y la responsabilidad del profesor va mucho más allá de la de un simple difusor de conocimiento o ilustrador. En Corea, a los profesores se les conoce como revolucionarios de carrera, cuya misión en transformar a los alumnos en revolucionarios.

El perfil de profesor-revolucionario no es fácil de adquirir. Los profesores tienen una intensa vida organizativa y política. Todo profesor está encuadrado en células del partido o en organizaciones de masas, como la Unión de Profesores, Unión de Artistas, Unión de Escritores,... en función de la especialidad.

Al mismo tiempo, los profesores tienen que ser competentes y saber trasmitir conocimientos.

Como en Corea han desterrado la clase magistral y han optado por un sistema heurístico, existe el dicho que para que un profesor pueda enseñar una cosa, necesita antes saber cien. El aspecto que determina la calidad de la Educación es la competencia del profesor.

Por eso, se organizan muchos y muy diversos cursos para mejorar los conocimientos científicotécnicos del profesorado, así como su nivel ideológico y la metodología de enseñanza.

Continuamente hay lecciones modelo, clases abiertas, foros científicos y educacionales, encuentros para intercambio de experiencias, seminarios,...

También existen numerosas publicaciones políticas, científicas y académicas destinadas a profesores. Entre ellas “El diario del Profesor”, “Kindergarten”, “Profesor del Pueblo”, “Cuaderno de Propaganda para Profesores”,... que incluyen revistas, periódicos, libros de referencia y colecciones de ensayos científicos.

Por otro lado, los profesores tienen numerosas visitas a lugares donde ocurrieron batallas revolucionarias, visitas de inspección y estudio en fábricas, empresas, cooperativas y establecimientos educativos y culturales. De esta manera, su formación es continua.

En cualquier caso, la formación básica de todo profesor es universitaria. La Universidad Kim Il Sung fue la primera en abrir una facultad de Educación, pero a día de hoy existen varias universidades estatales y al menos una regional en cada provincia.

Finalizando ya, puede resumirse que en Corea existe un gran respeto por la figura del profesor. Este tiene un rol diferente al de otros países, dado que la Educación tiene una misión más elevada: transformar al ser humano. La formación de los profesores tiene mucha importancia y sólo los revolucionarios pueden llegar a ejercer la profesión. Por eso, no es raro que muchos profesores hayan llegado a ser miembros electos de la Asamblea Popular Suprema. De esta manera, el profesorado es uno de los ejes sobre los que asienta la calidad de la Educación en Corea.

Juan Nogueira López


1 Economic Development in the Democratic People's Republic of Korea (Dr. Hong Sung Un). Los datos recogidos en esta primera parte, proceden de este libro. Estos datos coinciden con diversas publicaciones occidentales, de muy distinta procedencia (algunas incluso con claro sesgo anti-comunista). Es, por tanto, una fuente fiable, especialmente, porque muchas publicaciones occidentales se basan en visitas de campo de expertos europeos y americanos a la República Popular Democrática de Corea. Pongo algunos ejemplos Phillip Hookon Park: “Self- Reliance or Self-Destruction?” (?Auto-sostenimiento o Auto-destrucción?); White (1982), Harrison Salisbury (1972), Eberstadt (1993),...

2 Por ejemplo, en los años del Primer Plan Septenal (1971 – 1976), 414.000 familias de la ciudad y 472.000 familias del campo recibieron nuevas viviendas, de forma completamente gratuita.

3 http://www.kcckp.net/en/news/news_view.php?3+435

4 De hecho, el Manual de Economía Política de la URSS hablaba de “lucha enérgica contra el igualitarismo pequeñoburgués”

24 de marzo de 2011

Tercera Parte de "La Educación en la RPD de Corea" (Juan Nogueira)

La Educación en la RPD de Corea
- Tercera Parte -

Juan Nogueira López
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En anteriores artículos hemos estudiado la historia de la Educación en Corea hasta el año 1959, año en el se cumple el objetivo de una educación pública y gratuita a todos los niveles. Este logro es, sin duda, impresionante para un pequeño país asiático que tan sólo 14 años antes era el segundo país independiente más atrasado del mundo. El sistema educativo público y gratuito es la base sobre la que comienza a elevarse el nivel cultural, técnico y educativo de la sociedad norcoreana.

Desde 1960 y hasta hoy, la Educación en Corea tiene que entenderse de forma líneal. Es una especie de escalera que los norcoreanos han ido subiendo, peldaño a peldaño. Este artículo analiza cada uno de esos peldaños.

El objetivo final es cualificar en el aspecto cultural, técnico, físico y moral a toda la sociedad; crear individuos universalmente desarrollados. Para el Partido del Trabajo de Corea, el aspecto esencial de la construcción del comunismo es el ser humano (otras interpretaciones marxistas veían las fuerzas productivas o las relaciones de producción como aspecto esencial). Y por lo tanto, sólo una sociedad de personas universalmente desarrolladas podrá crear el comunismo.

2.5 – Corea construye el socialismo (1960 - 1970)

“A día de hoy, la cuestión más importante que debemos resolver para la construcción del socialismo en nuestro país, es la formación de personal técnico. Desde el fin de la guerra, se han construido muchas fábricas, hemos desarrollado una potente industria de maquinaria y la agricultura se ha cooperativizado a través de un paradigma socialista.

En la parte norte de la República, pronto podremos finalizar la edificación de los fundamentos técnicos del socialismo y entonces tendremos que introducir tecnología moderna a la agricultura, la pesca y todas las ramas de la industria nacional.

Únicamente así podremos construir un modelo de sociedad superior en lo económico a la sociedad capitalista. Para hacerlo, el problema más grande es la escasez de personal técnico. Salvo que consigamos resolver esta cuestión, será imposible dar un simple paso adelante.” (Kim Il Sung, 1956).

En 1960, termina el plan Quinquenal 1956 – 1960. El plan es un éxito rotundo: se consigue completar la primera fase de la industrialización socialista, apoyándose en las propias fuerzas. El nivel de crecimiento económico sólo tiene un equivalente en Asia: Japón.

Entre 1961 y 1967, se pone en marcha un plan septenal, cuyo objetivo es completar la segunda fase de la industrialización socialista. Mediante este plan, Corea se convierte en un Estado con los fundamentos técnicos del socialismo: un campo colectivizado y una industria socializada que abastece todas las necesidades que demanda el desarrollo económico del país.

Políticamente, los norcoreanos diferencian durante este periodo dos fases de su Revolución: la fase democrática y la fase socialista. 1967 es el año bisagra. La educación no escapa a estas dos fases.

En una primera fase, el objetivo era hacer una educación democrática. El aspecto fundamental de la Educación democrática era, desde una perspectiva marxista, el aspecto material: gratuita y obligatoria para el 100% de los jóvenes norcoreanos. Desde un punto vista ideológico, la Educación destruía los antiguos valores reaccionarios impuestos por el sistema colonial. Y, desde un punto de vista técnico y de contenidos, la Educación democrática había dotado a las nuevas generaciones coreanas conocimientos suficientes para ser “sujetos populares”, es decir, poder participar en la construcción de la nueva Corea.

Sin embargo, la Educación iba a sufrir una radical transformación socialista. Esta era una necesidad impuesta por la industrialización socialista.

“Para poder abordar el objetivo de realizar una revolución técnica que convierta a nuestro país en un Estado industrialmente desarrollado, según está planificado en el Plan Septenal, debemos ampliar el número de cuadros técnicos de forma radical.” (Kim Il Sung, 1960)

Es decir, para poder completar la industrialización, la RPD de Corea necesitaba ingenieros, técnicos, expertos y todo tipo de personas capacitadas.

Pero el socialismo, desde la perspectiva coreana, no es sólo un mayor desarrollo de las fuerzas productivas. Por eso, la reforma de la educación no tiene únicamente un aspecto técnico. La educación tiene como principal objetivo, a partir de 1960, formar comunistas. Una persona que únicamente tiene conocimientos técnicos, es útil para el desarrollo de la economía, aunque de forma limitada. Y esto es así porque economía, política y vida personal están muy entralazadas en Corea.

De hecho, el desarrollo económico de Corea tiene mucho que ver con proyectos desarrollados a través de grandes movilizaciones de masas, es decir, a través del compromiso voluntario de la población. Por eso, el socialismo coreano, para desarrollarse integralmente (en lo político, en lo cultural y en lo técnico) necesita una sociedad con un gran compromiso ideológico.

En resumen, la educación socialista introducirá varios aspectos novedosos a la educación general coreana:
  • La educación técnica.
  • La educación ideológica, moral y laboral.
  • La educación física.
  • La educación estética.
Estos objetivos tienen un plazo máximo para completarse: 1967. Vamos a ver cómo se introduce este modelo educativo.

2.5.1 – Pleno del Comité Central del PTC en agosto de 1960

En 1960, el pleno del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea toma cinco medidas en relación a la Educación:
  1. Elaboración de un plan para la formación de personal técnico, a través de cursos cortos de especialización, para satisfacer la demanda de cuadros en la industria mecánica, eléctrica, química, ligera y en el transporte, así como en la pesca, la agricultura, la prospección geológica y la ganadería.
  2. Creación de centros de formación en fábricas, incluyendo centros de formación superior y cursos nocturnos y por correspondencia.
  3. Fortalecimiento de la educación científico-técnica en todo el sistema educativo.
  4. Creación de un sistema de estudio regular en todos los centros de trabajo del país, de manera que el 100% de los trabajadores lleven a cabo actividades destinadas a incrementar su nivel técnico y cultural.
  5. Aumentar las posibilidades de formación ideológica, haciendo muy accesibles las escuelas del partido y otras vías de educación revolucionaria.
Todas estas medidas tuvieron una aplicación inmediata. Entre septiembre de 1960 y diciembre del mismo año, se crearon 24 escuelas de fábrica, 11 facultades de educación comunista y 47 centros de educación superior de fábrica. De esta forma, el número de personas que estudiaba sin dejar su trabajo ascendió a 49.000 en 1960.

Estas medidas, sin embargo, tienen un precedente en las medidas que comienzan a aplicarse con el Plan Quinquenal (1956 – 1960). Es el momento de las innovaciones y las grandes campañas del Movimiento Chollima y los llamamientos a la formación son constantes.

En 1957 se abrieron escuelas de especialización en fábricas, cuyos cursos duraban un año y ermitían a los trabajadores incrementar su nivel técnico y cultural sin apartarse de la producción.

En marzo del mismo año, estos centros de formación técnica se extienden a la agricultura.

La Liga de la Juventud Democrática juega un gran papel para organizar la elevación del nivel cultural y técnico de los trabajadores jóvenes. Entre 1958 y 1960, 158'000 trabajadores jóvenes de las ciudades y 26'500 de zonas rurales aprueban un examen estatal diseñado para poner mínimos al nivel técnico.

Durante estos años previos a 1960, también se reforma la educación superior. La titulación universitaria, que en Corea dura 5 años, pasa a estar volcada sobre la práctica. La reforma lanzada por el gobierno formula un modelo general de 2 años de educación teórica y tres de educación práctica.

Dejando a un lado estos precedentes, vamos a examinar qué efectos tienen las medidas aprobadas en 1960 sobre la educación para adultos y el sistema general de educación.

2.5.2 – La nueva educación para adultos

Al comienzo de la revolución, la clase obrera coreana tenía un nivel cultural muy bajo. Esto era consecuencia del régimen colonial japonés. Aunque se desarrolló un sistema de educación general progresivamente y a ritmo muy rápido, para 1960 muchos trabajadores tenían aún un nivel cultural bajo.

El socialismo coreano se planteó la necesidad de elevar este nivel técnico y cultural a través de lo que llamaron la “revolución cultural”. Este movimiento no tiene nada que ver con el desarrollado durante esta misma década en la República Popular China.

Desde entonces, la educación en Corea no es únicamente un periodo de años de primaria, secundaria y universidad, sino que se desarrolla de forma constante en todas las etapas de la vida de una persona. Es un derecho de todo trabajador y, a la vez, un deber.

Según los documentos del Partido del Trabajo de Corea, “el socialismo y el comunismo no pueden edificarse por la voluntad de un grupo de personas únicamente. Su construcción sólo tiene éxito cuando un sector mayoritario de la clase obrera construye la nueva sociedad de forma consciente, a través de sus amplios conocimientos sobre la sociedad y la naturaleza”.

De toda la clase obrera coreana, quienes tenían un nivel cultural más bajo eran los surcoreanos que tras la Guerra de Corea se habían refugiado en la parte norte. Debido a estos bajos niveles educativos, se diseñaron cursos cortos específicos con conocimientos básicos, en los que participaron cerca de 368'000 personas.

Para niveles un poco más avanzados, se incrementó el número de institutos primarios y secundarios para personas trabajadoras, a los que en 1962 ya asistían 896.000 trabajadores. Se aseguraron todas las condiciones materiales para hacerlos posibles, desde guarderías nocturnas hasta comités en cada empresa para guiar el correcto desarrollo de estas iniciativas.

Especialmente, las medidas tomadas en agosto de 1960 tuvieron un fuerte impacto en las zonas rurales. Kim Il Sung, en su visita al Condado de Changsong, expresaba la siguiente idea, que nos muestra cómo se desarrolló la Revolución Cultural en el campo:

“Os voy a dar un ejemplo de un Ri en concreto del Condado de Changsong. Este Ri tiene 120 casas y 22 personas con nivel de educación de graduado en secundaria. Estas 22 personas son 11 profesores, el presidente del Comité Popular del Ri, algunos de los elegidos para los órganos del poder popular del Ri y algunos trabajadores del servicio de carreteras, comercio y conservación forestal.

Si la organización local del Partido en este Ri moviliza correctamente a la gente, podremos lanzar una campaña de educación para adultos, al mismo tiempo que le damos utilizad al Centro de Publicaciones Democráticas del Ri.

Si las 120 casas se distribuyen entre las 22 personas con educación, cada uno de ellos estará a cargo de 5 o 6 casas. Si de esta manera individualizada, se planifica un trabajo intensivo durante los tres próximos años, el nivel cultural de todas las personas del Ri se incrementará y esto tendrá un fuerte impacto sobre su conciencia ideológica”. (Kim Il Sung)

Este modelo se extendió a todos los pueblos y aldeas de Corea del Norte, de forma que aquellos con educación se encargaban de forma individualizada de aquellos con menor nivel. Como indica Kim Il Sung, esto no sólo sirvió para incrementar el nivel cultural de la sociedad en general, sino también para tejer lazos de unidad en torno al Partido.

2.5.3 – La reforma del sistema de educación general

Durante el periodo del Plan Septenal, la innovación más destacable en la Educación es, sin duda, el Sistema de Educación Técnica de 9 años. Sin embargo, todo esto viene precedido por una serie de medidas que fueron haciendo avanzar la educación desde su fase democrática hacia la educación socialista.

En 1959, en la Sexta Sesión de la Asamblea Popular Suprema, se aprobó la Ley de Reorganización del Sistema Público de Enseñanza.

En ella, se creaban la Escuela de Educación Secundaria Técnica, de forma paralela a la Educación
Secundaria normal. Las nuevas escuelas técnicas fueron apareciendo progresivamente, combinando la producción y la enseñanza, la teoría y la práctica.

De esta forma, durante un tiempo convivieron dos modelos de educación: el antiguo modelo de enseñanza general y el nuevo e incipiente modelo centrado en la enseñanza técnica, que según
Kim Il Sung, respondía “mejor a las necesidades de la vida real”.

Este nuevo sistema técnico fue ganando terreno progresivamente a la enseñanza general, a medida que se iba aplicando en más escuelas. La idea fundamental es enseñar a los alumnos a través de la práctica: no explicar de forma teórica los principios de mecánica, por ejemplo, sino tener máquinas reales de las que emplea la industria para que ellos mismos comprueben y aprendan los fundamentos de mecánica. Esto, en los años 60, es un enfoque muy moderno.

El nuevo sistema requiere inversiones muy amplias: aulas más grandes, maquinaria moderna, formación de profesorado,...

El plan es tan ambicioso que incluso en 1960 es necesario interrumpir la matriculación en secundaria, debido a la necesidad de explicar al profesorado qué se espera de ellos. Se realizan numerosas reuniones y seminarios, así como cursos de preparación. Además, a partir de entonces, todos los profesores deberán graduarse en la enseñanza superior, aboliéndose los institutos técnicos.

La nueva enseñanza técnica incorpora también la enseñanza estética y física, aspectos novedosos en un país que tan sólo 15 años antes era mayoritariamente analfabeto.

Además, se crea la educación especial, compuesta por escuelas musicales de 11 años primaria y secundaria), escuelas de arte (primaria y secundaria), escuelas deportivas (secundaria) y escuela en lenguas extranjeras de 11 años (primaria y secundaria).

Se refuerza también la formación ideológica, a través del compromiso práctico y el estudio teórico.

Es a partir de 1960 cuando la Educación se propone formar comunistas.

Estos son los primeros pasos en la línea de construir la Educación socialista. Este objetivo se completará con la introducción de la Educación Técnica de 9 años en el Plan Septenal.

2.5.4 – El Sistema de Educación Técnica de 9 años

El sistema de Educación Técnica de 9 años se plantea fundiendo en un sólo sistema, la Educación Secundaria Técnica y la Educación Secundaria General. No se trata únicamente de una superposición, sino de una combinación de la educación general y la vocacional. Es importante el hecho de que cada alumno sale de la Educación Técnica dominando más de una especialidad. No se trata de cerrar puertas, sino de crear personas versátiles.

La Educación Técnica de 9 años es un objetivo que se acuerda en el Cuarto Congreso del PTC. La idea es crear miles de Escuelas Técnicas secundarias, especializándose cada una en uno o varios sectores productivos. La aplicación de este principio tiene sus pros y sus contras. Las ventajas son obvias, pero en contra de este objetivo está que algunas Escuelas Secundarias Técnicas se convierten virtualmente en “bastiones” de uno u otro género.

Esto es un fenómeno que se corrige con el tiempo, pero está claro que, en los años 60, algunas profesiones eran exclusivamente de mujeres (procesamiento de comida, textil,...) y otras exclusivamente de hombres (sobre todo, aquellas relacionadas con la fuerza física). Tampoco este Educación Técnica, durante nuestra visita de 2008 hecho debe impedirnos ver que la mujer coreana había vivido un proceso de emancipación gigantesca en 15 años y que en la mayoría de profesiones, la mujer estaba más representada que el hombre (debido a un fuerte desequilibrio demográfico tras la Guerra).

Volviendo a la escuela secundaria técnica, estos colegios se crearon progresivamente. En concreto, se dio la consigna de crear uno en cada condado, granja, distrito industrial y villa, así como en los barrios de las ciudades, para hacer pruebas en torno al contenido y a los métodos. En total, se crearon 1100 escuelas técnicas secundarias, en periodo de pruebas.

El gobierno norcoreano, sin embargo, puso mucho énfasis en la necesidad de que este embrionario sistema de educación fuese un salto cualitativo real.

“Por el hecho de llamar “técnica” a una escuela secundaria, no nace un sistema de enseñanza técnica. Es importante crear infraestructura útil para la formación práctica y dotar a las escuelas de todo tipo de instrumentos y máquinas, para poder impartir una auténtica educación técnica”
(Kim Il Sung)

De esta forma, la inversión estatal en infraestructura educativa creció y los ministerios relacionados con la producción pasaron a incluir en sus presupuestos una parte dedicada a dotar a la enseñanza de todo tipo de cosas. Esto sigue siendo a día de hoy así.

En 1966, el 93% de los estudiantes de secundaria ingresaban en Escuelas Técnicas Secundarias. Por eso, en noviembre de 1966, la Asamblea Popular Suprema publicó el decreto “Sobre la Introducción de la Educación Obligatoria Universal Técnica de 9 años”, que hizo que el curso escolar que comenzó el 1 de abril de 1967 fuese el primer año en que el 100% de los alumnos de entre siete y dieciseís años ingresaran en el nuevo sistema de enseñanza. Además, todo ello de forma gratuita.

Esto colocó a la Corea Socialista entre los países más avanzados en Educación, tan sólo 10 años después de que concluyese la reconstrucción post-bélica.

2.5.5 – El fin de la década

El Plan Septenal consiguió establecer de forma exitosa los fundamentos del socialismo en Corea.

Sin embargo, para 1967 había ciertos desequilibrios entre los distintos sectores productivos, motivados por el gigantesco crecimiento económico y el excesivo gasto militar (causado por la introducción de armas nucleares norteamericanas en Corea del Sur). Por tanto, 1968 y 1969 fueron años en el que se corrigieron los desequilibrios y se siguió creciendo.

En la Educación, estos años tuvieron dos objetivos fundamentales sobre los que no me extenderé: ampliar al 100% de las familias la cobertura de la red de Educación Pre-escolar y crear en cada provincia universidades con todas las especializaciones estratégicas (Agricultura, Industria pesada, Industria Ligera, Medicina,...).

De esta manera, el número de universidades creció desde 78 en 1961 a 129 en 1967. Las universidades de cada pronvicia, además, están especializadas en la realidad de su propia provincia. De esta manera, cada provincia forma los cuadros que necesita, corrigiendo la tendencia centralista de que Pyongyang formase a la mayoría de los cuadros del país.

Se refuerza también la educación técnica superior. Si en 1949 había 55 institutos técnicos superiores, en 1967 la cifra había ascendido a 464. Sólo 4 años después, ya había 500.

En 1970, el número de licenciados por centros de educación superior alcanzaba la cifra de 497.000.

Todo esto hace que en Corea del Norte no quedara ni rastro de aquel empobrecido y analfabeto país que 25 años antes no tenía ninguna universidad y sólo contaba con 9 graduados superiores.

2.6 – Las Tesis sobre la Educación Socialista (1970 – 1979)

Los años 50 y 60 habían sido los del gigantesco crecimiento económico y la recuperación postbélica, mientras que el objetivo era construir los aspectos fundamentales del socialismo. Pero en los años 70, la austeridad que había caracterizado hasta entonces la vida norcoreana da paso a mayores niveles de consumo y gasto público.

La vivienda norcoreana siempre fue grande en comparación a las del campo oriental o China, pero el interior de las mismas siempre tuvo lo básico (muebles, cocina, ducha,...).

Es a partir de los 70 cuando se hacen frecuentes las televisiones, los equipos de música y los electrodomésticos.

Si hasta entonces el objetivo había sido vestir adecuadamente a toda la población, a partir de los 70, los norcoreanos comienzan a usar ropas variadas y de buena calidad. Mejora también la alimentación y los centros comerciales (“departamento de tiendas”) comienzan a ofrecer mayor variedad de artículos de consumo.

Todo esto es posible gracias a que Corea consigue en 1967 finalizar la construcción de la industria socialista básica y, a partir de entonces, comienza a crear el socialismo desarrollado.

Sin embargo, los norcoreanos nunca (ni antes, ni en los 70, ni ahora) han sido una sociedad consumista. Esto tiene una fácil explicación. Como la RPD de Corea siempre fue un estado autosostenido en lo económico, las tasas de crecimiento se han mantenido gracias a la enorme inversión estatal. Los tres aspectos restantes dentro del presupuesto estatal son el gasto militar, el gasto social (educación, sanidad,...) y el consumo privado (que en una sociedad socialista tiene mucho que ver con la inversión estatal en industria ligera). El consumo privado siempre ha sido el aspecto con menos inversión dentro de este grupo.

No sólo eso, son las propios hombres y mujeres de la RPD de Corea los que han optado por una vida de lucha y sacrificio por la construcción del socialismo. Y se demuestra de forma constante en las grandes movilizaciones de voluntariado, las donaciones internacionalistas y, en general, todos los aspectos de la vida en sociedad, que siempre han tenido una importancia muy superior a la que tiene la vida privada. Esto es producto del enorme compromiso ideológico y es lo que permite reducir el consumo en favor del desarrollo colectivo de la sociedad y el país.

Este último aspecto que menciono, el desarrollo colectivo, es de vital importancia a partir de los 70. Se ve especialmente en el desarrollo de las ciudades norcoreanas. Si hasta entonces las ciudades habían construido de forma masiva zonas residenciales, debido a las enormes carencias tras la guerra, a partir de los 70, ya no se trata únicamente de incrementar en número, sino sobre todo, aumentar en calidad.

En el año 71, Pyongyang abre su primera línea de metro, al mismo tiempo que se convierte en la ciudad del mundo con más zonas verde por habitante. Los nuevos barrios, además de funcionales, son bonitos y la ciudad se llena de monumentos. Lo mismo sucede en otras ciudades como Hamhung, Kaesong, Hyangsan o Wonsan.
En la Educación, este énfasis en la inversión pública se ve claramente en la creación de los Palacios para los Niños Escolares, centros gratuitos gigantescos con instalaciones para deportes, arte y diversión. También se trata de incrementar la calidad, a través de la aplicación de un nuevo y definitivo plan de educación: las Tesis de la Educación Socialista.

Este nuevo plan extiende la duración de la enseñanza norcoreana a 11 años, en 1975.

Creo que para entender el inmenso avance que este sistema supone, hay que establecer una comparación.

Por ejemplo, mientras Corea del Norte aplicaba las Tesis de la Educación Socialista, en un país europeo como España, que ya entonces contaba con una capacidad económica superior a la de Corea, en ese mismo momento dificilmente se escolarizaba a todos los alumnos en edad de estudiar y el precario sistema educativo tenía una escasa duración de tan sólo 7 años.

El modelo educativo norcoreano, después de la reforma completada en 1975, se ha mantenido vigente hasta hoy. Mientras, en España, acumulamos reformas educativas constantes en la línea de la masificación, el elitismo y la mercantilización. Incluso con la última reforma aplicada en el Estado Español, la educación obligatoria dura un año menos que en Corea y la red de pre-escolar pública solo cubre las demandas de poco más del 20% de las familias. Creo que es importante hacer la comparación, para comprender la importancia que el socialismo coreano da a la educación y mostrar que es posible organizar un modelo efectivo incluso en situaciones de bloqueo internacional y trabas de todo tipo.

2.6.1 – Principios recogidos en las Tesis de la Educación Socialista

Las Tesis de la Educación Socialista se aprueban definitivamente en septiembre de 1977.
Paradójicamente, no son la causa de todas las reformas que se dan en los años 70, sino la consecuencia: es la formulación escrita del resultado final de las reformas.

En 1970 se celebra el Quinto Congreso del PTC, y en él se decide una reforma que concluirá en 1975 con la aplicación del sistema de enseñanza obligatoria de 11 años. Sin embargo, creo que es importante estudiar primero los principios que inherentemente están detrás de esta reforma y que luego se explicitan en las Tesis.

El objetivo fundamental que persigue el nuevo modelo de enseñanza es ideológico: formar seres sociales, que a la vez tengan un fuerte sentido crítico, creativo y de independencia. No se trata de oponer lo social a lo individual, al puro estilo occidental, sino de desarrollar la creatividad independiente de Los estudiantes tienen numerosas visitas y cada individuo, para que excursiones pueda aportar más al grupo. No se trata, tampoco, de crear una sociedad a modo de masa obediente, sino un grupo que sea la suma de todas las capacidades individuales desarrolladas. De esta manera, se forman revolucionarios comunistas con fuerte sentido de independencia y creatividad.

Por supuesto, estamos hablando ahora del aspecto ideológico de la enseñanza, la parte no ideológica sigue manteniendo los principios de la reforma de la Educación Técnica de los años 60.

Para conseguir este objetivo ideológico, se formulan cuatro principios elementales:

  1. Desarrollar en los jóvenes un fuerte sentido de unidad, en torno a sus organizaciones (especialmente el Partido) y a un sentimiento de clase. Es decir, lealtad partidista (en forma de disciplina consciente, no impuesta) y conciencia de clase.
  2. Resolver todo en función de las capacidades propias del grupo y sin esperar que personas o instituciones externas resuelvan los problemas propios. Estudiar y conocer a fondo las características propias. Este principio lo llaman “establecer el Juche en la Educación”.
  3. Combinar la teoría revolucionaria con la práctica. Promoción de la adhesión voluntaria a acciones prácticas que eleven la conciencia ideológica.
  4. El Estado socialista es quien debe organizar y dirigir ideológicamente la Educación.
Los estudiantes norcoreanos, a través de la reforma de 1975, pasan a tener una fuerte vida orgánica y cargada de actividades socio-políticas.

Las tesis de la Educación Socialista también inciden mucho sobre el método pedagógico de enseñanza, haciendo hincapié en la aplicación de un modelo heurístico. Es decir, se busca no tanto enseñar conceptos y conocimientos, sino hacer que los alumnos desarrollen capacidades de búsqueda, innovación, creatividad y crítica.

De esta manera, los profesores tienen que persuadir a los alumnos y conseguir que ellos mismos lleguen a las soluciones correctas.

De la misma forma, en Corea no se corrigen los malos comportamientos a través de métodos administrativos de castigo y sanción. Se fomenta, en cambio, que sea el propio grupo, a través de la crítica y la autocrítica, el que corrija. Aquí juega un papel muy importante la Liga de la Juventud Socialista Trabajadora (anterior Unión de la Juventud Democrática).

En Corea, además, se entiende el proceso de formación como gradual y reglado por leyes científicas. Por eso, se hacen numerosos análisis de qué corresponde a cada edad y cómo aprovechar al máximo las capacidades de los alumnos. Desde los años 70, existen estos grupos de investigación y revisión constante de los manuales de texto y la metodología.

Yo mismo pude comprobar este sistema en la actualidad. Cuando en 2008 visitamos la Guardería “Kim Jong Suk” de Pyongyang, pudimos asistir a algunas clases que se estaban dando en ese momento. Los profesores conocen incluso la forma de la que tienen que hablar (tono, volumen, entonación...) para captar la atención de los pequeños alumnos. Todo el proceso de formación está estudiado y planificado. Esto nos sorprendió mucho a todo el grupo. La directora de la guardería nos enseñó el centro y se lamentaba de que no pudiésemos pasar un día entero allí. La razón era que el día del estudiante de la guardería estaba cargado de actividades muy variadas, perfectamente planificadas, para desarrollar al máximo las capacidades de los alumnos.

De esta manera, pudimos entender cómo niños de entre dos y cinco años podían aprender a tocar instrumentos musicales con tanta habilidad o tenían alto nivel de caligrafía y lectura.

2.6.2 – El sistema de enseñanza obligatoria de 11 años

Tras el acuerdo tomado en el Quinto Congreso del PTC de implantar la enseñanza obligatoria de 11 años, se tomó como como plazo el Plan Sexenal (1971 – 1976).

El primer paso fue convocar un debate nacional de pedagogos, en el que se debatió cómo extender dos años la enseñanza obligatoria. Finalmente, se decidió hacer obligatorio el tramo entre 5 y 16 años, con 1 año de prescolar y 10 de enseñanza primaria y secundaria.

La educación obligatoria termina, por tanto, justo en la edad mínima para trabajar: 16 años.

Como segundo paso, 40 escuelas del país comenzaron a partir de Octubre de 1970 a impartir la enseñanza obligatoria de 11 años. En 1971 se realizó un pleno del Comité Central ampliado, invitando a participar a profesores a cargo de la nueva modalidad de enseñanza. A través de estas experiencias, se extendió el número de escuelas probando el nuevo sistema a 400, aproximadamente, el 10% de las escuelas del país.

En función de esto, el país se marcó como objetivo que en el año académico 1975-1976, comenzara un curso con el 100% de los alumnos matriculados en la enseñanza obligatoria de 11 años. Esto suponía escolarizar a más de 5'6 millones de jóvenes al mismo tiempo, es decir, un tercio de la población total del país.

No sólo fue un salto cuantitativo, sino también cualitativo. En 1971 el presupuesto en educación creció un 21% respecto al año anterior, en 1973 creció un 14% respecto a 1972. Esto se tradujo en la construcción de 30.000 nuevas aulas en todo el país, que se distribuyeron de forma que ningún alumno tuviese su escuela a más de 2 km de su casa. Se organizaron autobuses y trenes estudiantiles para las zonas rurales.

El número de escuelas primarias creció hasta 4.700 en 1975 y el de secundarias a 4.100.
Cada clase contaba entonces con 25 alumnos como máximo, cifra que se ha ido reduciendo progresivamente con el paso de los años, para mejorar la calidad de la enseñanza.

El 1 de septiembre de 1975, se promulga la Ley por la que Corea del Norte escolariza al 100% de los niños entre 5 y 16 años dentro de su sistema de enseñanza obligatoria.

2.6.3 – El resto de objetivos educativos de la década

La década de los 70 es también el momento en el que la enseñanza para adultos vive un nuevo impulso. Tras numerosas campañas durante toda la primera mitad de la década, en 1975, el número de graduados por la educación superior alcanza el millón de personas.

Es decir, en 5 años se formaron más personas que en los 25 anteriores años. Esto es consecuencia de todas las facilidades que se dan para el estudio, conservando el puesto de trabajo, y también del estudio colectivo organizado.

El número de técnicos y especialistas por cooperativa agraria aumenta a 55 en 1976.

Entre 1970 y 1976 se fundan 26 nuevas universidades. También se refuerzan las horas de laboratorio y de formación práctica. La Universidad Kim Chaek de Tecnología (Ingeniería) construye un centro de prácticas de 7'500 metros cuadrados.

En la red de pre-escolar, se modernizan las guarderías existentes, cuyo número asciende a casi 60'000 en todo el país, distribuidas en barrios, fábricas, cooperativas y, en general, cualquier sitio donde puedan ser útiles. 3'500'000 niños en edad preescolar son matriculados en la red pública en 1975. Durante estos años, además, se refuerza la educación higiénica de los alumnos de preescolar.

Con todo, Corea del Norte, con una población que no llegaba a finales de la década a 16 millones de personas, escolariza a más de nueve millones de personas en la red pública y gratuita. Todo el país, como decía un cartel de la época, es una gran escuela.

Juan Nogueira


Desde la redacción queremos pedir disculpas por el retraso de un día en la publicación de esta parte del artículo.
Disculpen las molestias.