21 de marzo de 2011

Primera Parte de "La Educación en la RPD de Corea" (Juan Nogueira)

La Educación en la RPD de Corea
- Primera Parte -

Juan Nogueira López
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1 - Introducción

Pyongyang, 1945. Es 14 de agosto y la ciudad está en plena ebullición social. 5 días antes, el ejército soviético ha comenzado una enorme ofensiva contra el estado de Manchukuo, protectorado japonés en la China ocupada. El objetivo último de la ofensiva es liberar todos los territorios ocupados por Japón, entre los que se encuentra Corea.

La ofensiva soviética se coordina con un ataque generalizado de la guerrilla, tanto la de las montañas como la guerrilla urbana. Los japoneses, conscientes de
su derrota, comienzan a evacuarlo todo y destruir aquello que no pueden llevarse: fábricas, talleres, edificios de gobierno y, en general, cualquier cosa de utilidad.

Un día después, el 15 de agosto, termina la guerra en Asia. El emperador japonés Hirohito se rinde y Corea entera estalla en manifestaciones espontáneas celebrando la anhelada independencia. Kim Il Sung, líder guerrillero del EPRC (Ejército Popular Revoluciario de Corea) llega a Pyongyang y pronuncia un memorable discurso, en el que pide que "aquellos con fuerza, qué aporten fuerza; aquellos con conocimiento, qué contribuyan con conocimiento; y aquellos con dinero, qué donen dinero".

Sin embargo, retórica aparte, Corea era entonces un país donde "aquellos con conocimiento" se podían contar con los dedos de la mano. En total, en el norte de Corea, tan solo 9 personas tenían estudios superiores de algún tipo, la mayoría de ellos en escuelas técnicas extranjeras. No existían universidades y el analfabetismo afectaba a 2'3 millones de personas, la mayoría campesinos.

Más 60 años después, Corea del Norte tiene más de 290 universidades, educación obligatoria y gratuita de 11 años y se propone el objetivo de intelectualizar a toda la sociedad, es decir, que toda persona tenga el nivel de un graduado en educación superior. A día de hoy, alrededor de 2 millones de personas son cuadros con importantes funciones en la economía, la ciencia, la cultura y la administración dentro de la RPD de Corea.

UNESCO cifra en cerca de 1000 millones el número de adultos analfabetos. Además, una quinta parte de los niños del mundo no pueden acceder a la educación. Ninguno de ellos es norcoreano.

Esto supone un salto cualitativo enorme para un pequeño país asiático bloqueado económica y políticamente por el imperialismo. Este es el primero de una serie de artículos que analizará la historia de la educación en Corea, así como los principios sobre los que se asienta y cada una de las diferentes etapas educativas por las pasa una persona.

La estructura será la siguiente. El punto 1 es esta introducción. El punto 2 es el más largo de todos e incluye toda la historia de la educación en Corea. Como más adelante analizaremos cada una de las etapas de la educación (primaria, secundaria, superior, prescolar, a distancia,...), en esta parte no se tratará exhaustivamente lo referido a cada una de estas etapas educativas, sino más bien los principales acontecimientos y periodos que hubo en el desarrollo del modelo educacional coreano. En este punto, por ejemplo, cabe analizar las tesis educativas que publicó durante los 70 Kim Il Sung o la campaña de abolición del analfabetismo de los años 40. No me centraré, sin embargo, en hacer un seguimiento año por año de cómo evoluciona la educación primaria (salvo, por supuesto, que correspondiese a una campaña específica).

El punto 3 analiza los principios, ideales, metodología,... sobre los que se asienta la educación en Corea. Por ejemplo, se analiza qué quiere decir el Juche en la educación.

Los siguientes puntos se refieren a cada de las etapas de la educación en Corea: primaria, secundaria, superior, prescolar, educación para adultos, educación para superdotados,... Necesariamente, se repetirá alguna idea mencionada durante el punto 2 de la historia, pero en líneas generales será una exposición sistemática de cada uno de las etapas.

Por último, los dos últimos puntos se referirán a las organizaciones políticas de los estudiantes, así como centros especiales para educación extra-escolar (Gran Palacio de Estudios del pueblo, palacios para niños escolares,...).

Dicho todo esto, paso a analizar la historia de la educación en Corea.


2 - Historia de la Educación en Corea

He dividido la historia de la Educación en Corea en 7 periodos. En realidad, la educación siempre ha sido en la RPD de Corea uno de los aspectos en los que más énfasis ha puesto el gobierno revolucionario. Por eso, si tuviésemos que dividir la historia de Corea del Norte en periodos, coincidirían en gran medida con los del desarrollo de la Educación.

El primero de los periodos que estudio es la educación antes de la liberación de Corea, es decir, bajo el gobierno de ocupación japonés. Coincide, por tanto, con los años previos a 1945.

El segundo periodo comprende desde la liberación del país hasta el comienzo de la Guerra de Corea, es decir, entre 1945 y 1950. Es el momento en que Corea vive la revolución democrática, que en la educación se traduce como el acceso universal al sistema educativo. También en estos años se funda la primera universidad coreana y se plantea por primera vez la formación de cuadros nacionales. Por otro lado, la campaña central de este periodo será la de alfabetización, que se completa en 1949. Por último, cerraré la historia de este periodo con una escuela fundada en 1948: la Escuela Revolucionaria de Mangyongdae.

El tercer periodo es la Guerra de Corea (1950 - 1953), en la cual, la educación no se paraliza. Es interesante estudiar la reorganización radical que sufrió el sistema educativo, trasladándose la mayoría de aulas a lugares subterráneos. Durante la guerra, además, la mayor parte de Corea del Sur es liberada y, rápidamente, comienza una reforma educativa y una revolución democrática.

La post-guerra (1953 - 1959) es un periodo en el que Corea busca recuperar los niveles de preguerra.

En el campo de la educación, los objetivos pronto serán mucho más ambiciosos. Así, durante estos años, se consigue escolarizar al 100% de los niños de Corea en primaria y secundaria. Finalmente, en 1959, toda la educación en Corea pasa a ser gratuita.

Durante la década de los 60, Corea se marca el objetivo de pasar de una educación democrática a una educación socialista. En la sesión plenaria del Comité Central del PTC de agosto de 1960, se discuten las directrices a implementar. De esta manera, la educación pública se reforma radicalmente y se introduce la educación técnica, al tiempo que se crea un sistema integral de educación para adultos. Durante este quinto periodo, se crea el sistema de educación técnica obligatoria de 9 años.

La década siguiente, en los 70, es el periodo en que Kim Il Sung publica sus famosas "Tesis sobre la Educación Socialista", en las que se avanza sobre el método, contenido y pedagogía de la educación en Corea. Durante este periodo se amplía la educación obligatoria a 11 años. Este sistema perdura hasta hoy.

El último periodo, a partir de los años 80, es el momento en que el PTC se propone intelectualizar a toda la sociedad, es decir, conseguir que todo coreano tenga un nivel de graduado universitario.

La cuestión educativa centra algunos de los debates del Quinto y Sexto Congreso del PTC. Son de gran importancia algunas medidas tomadas para avanzar hacia el objetivo de intelectualizar a toda la sociedad, como el Congreso Nacional de Trabajadores de la Educación o los recientes proyectos de uso de internet en la educación.

2.1 - La situación antes de la liberación (1905 - 1945)

Hasta 1905, Corea fue una monarquía absoluta con relativa independencia. La dinastía ri se había mantenido en el poder durante 500 años, soportando las presiones japonesas (que en el siglo XVI inició una invasión armada de la península) y chinas (que llegó a cobrar tributos a cambio de respetar la independencia de Corea).

En 1905, Corea fue invadida por Japón, en el marco de la guerra ruso-nipona. En ella, Corea pierde definitivamente su independencia, la dinastía ri es destronada y la península se convierte en la base de la posterior invasión japonesa del resto de Asia.

A diferencia de lo que proclamaba su propaganda, el régimen japonés no modernizó Corea. Es cierto que se iniciaron obras de infraestructura relativamente importantes, incluyendo presas hidráulicas, gran industria y ferrocarriles. Pero todo esto se hizo en beneficio de Japón. Por ejemplo, la industria se colocó preferentemente en la costa este de Corea, para exportar directamente a Japón. Los ferrocarriles siguieron trazados derivados de las necesidades de guerra de Japón y más del 90% del comercio coreano se realizaba con Japón, en condiciones ventajosas para este último.

Ciudades como Chongjin tenían altos hornos con condiciones higiénicas muy dañinas para la salud de los trabajadores. Pero quizás un caso más claro de humillación es el hecho de que durante los 40 años de ocupación, más de 200.000 mujeres coreanas fueron reclutadas como "mújeres de confort" para el ejército imperial nipón.

El régimen de ocupación, con su "modernización" sólo trajo desequilibrios enormes en la industria y una economía atrasada y enfocada a la exportación. El modo de producción dominante continuaba siendo el feudal, reforzado por el tratamiento de vasallazgo impuesto sobre los coreanos. El esclavismo era generalizado en las minas y centros industriales. Al mismo tiempo, también fue Japón quien introdujo las primeras corporaciones capitalistas en Corea. Esto hizo que ciudades como Seúl y Hamhung se convirtieran en hervideros revolucionarios.

Pero la otra Corea no se forjaba en las ciudades, de la mano del proletariado urbano. La nueva Corea estaba naciendo en las montañas del norte, en la guerrilla. La guerrilla encabezada por Kim Il Sung anticipó muchos de los rasgos característicos del socialismo norcoreano.

Por tanto, la historia de Corea antes de la liberación es la historia del choque entre dos proyectos de sociedad, una lucha de clases entre dos modos de producción en génesis. Vamos a analizarlos más en profundidad.

2.1.1 - La educación bajo el régimen colonial japonés

La educación bajo el régimen colonial tenía como objetivo declarado convertir a los coreanos en "sujetos del imperio".

Todo esto, en un contexto en que se trataba de borrar la cultura nacional de Corea, con medidas políticas claramente fascistas.

El japonés se impartía como lengua materna y estaba prohibido utilizar el coreano en público. Esto suponía un grave problema, dado que el coreano y el japonés tienen más lejanía gramatical y sintáctica que el castellano, el francés y el rumano entre ellos. Más adelante, se prohibió incluso que los coreanos hablasen su lengua en ambientes familiares. Quienes desafíaban la normativa lingüística se enfrentaban a multas y encarcelamiento.

No sólo la lengua sufrió este proceso de niponización: la directiva de "renovación del apellido" obligó a los coreanos a cambiar su nombre por uno japonés. Las ciudades y villas coreanas también cambiaron de nombre.

Esta política cultural totalitaria extendía sus tentáculos, por supuesto, también a la educación. Además de imponer el japonés en las escuelas como "lengua materna", el régimen colonial prohibió el estudio de la historia y geografía de Corea, sustituyéndolas por la historia del Imperio Japonés.

Otras de las asignaturas que se estudiaban en las escuelas de Corea eran "moral" y religión (Shintoismo).

El anticomunismo y el militarismo eran puntos claves sobre los que se asentaba este modelo educativo; no sólo porque aparecieran recurrentemente en todas las asignaturas, sino porque los japoneses ubicaron en todas las escuelas "asesores" para controlar la educación. En 1941, con el inicio de la Guerra del Pacífico, estos asesores pasaron a ser exclusivamente militares.

Al mismo tiempo, todos los estudiantes de Corea pasaron a usar uniforme militar. Pronto, muchos estudiantes comenzaron a ser reclutados bajo el humillante rótulo de "voluntario". Desde 1905, Corea vivió un curioso proceso en cuanto al modelo educativo. La dejadez de la anterior dinastía ri con la educación había provocado que los estudiantes no tuviesen otro remedio que acudir a pequeños colegios privados donde se enseñaba educación elemental. Japón se encontró con esta herencia cuando invadió Corea y suponía un problema para su objetivo de controlarlo todo. Por eso, Japón cerró desde el principio las escuelas privadas e instaló escuelas públicas.

De esta manera, en 1910 (5 años después de la invasión) había 2200 escuelas privadas en Corea. 9 años después, la mayoría habían cerrado, quedado en activo 737. En 1925, éstas se redujeron a 690 y 5 años después sólo quedaban 47.

En cualquier caso, la educación en la Corea colonial era un privilegio: sólo el 4'6% de los niños en edad escolar estaban matriculados. Por supuesto, el acceso a la educación tenía un carácter de clase. Un ejemplo es la Escuela Secundaria Nº3 de Pyongyang, que de 971 alumnos no tenía ninguno de familia obrera o campesina.

Incluso para aquellos que accedían a la educación, ésta era básica y, generalmente, no se extendía más de 3 años.

Antes he mencionado el dato de que en el Norte de Corea no había ni una sóla universidad. En la parte sur del país, en Seúl, existía la Universidad Imperial de Kyongsong, la única en todo el país. Pero, en la línea clasista del régimen colonial, sólo los japoneses residentes en Corea podían acceder a ella.

Por otro lado, la metodología usada en las escuelas era completamente inhumana. No se fomentaba un espíritu crítico ni creativo. Por el contrario, se seguía un sistema de citas, con la repetición constante de textos por parte de los alumnos. La disciplina militar se imponía como forma de inculcar la sumisión a los futuros "sujetos del imperio", incluyendo el castigo corporal y todo tipo de métodos coercitivos.

En resumen, la educación bajo el régimen colonial tenía una clara finalidad política: esclavizar a Corea. Se trató de borrar la cultura, la lengua, el espíritu crítico e incluso el mismo derecho a la educación. Esta es la causa por la que una de las principales armas de la guerrilla fuese la educación.

2.1.2 – Un proyecto de futuro: la guerrilla y la educación.

La guerra de guerrillas en Corea tiene numerosos precedentes de lucha, tanto en forma armada
organizada como de acciones espontáneas. Pero es a principios de la década de los 30 cuando
verdaderamente nace la guerrilla comunista de Kim Il Sung.

La lucha no se planteaba la toma del poder de forma inmediata, ya que el imperialismo japonés estaba en auge y en el horizonte no se avistaba una derrota cercana. La sensación de desánimo no era el único aspecto negativo al que se enfrentaba la guerrilla coreana. Además, Japón había logrado cierto éxito en desmovilizar ideológicamente a los coreanos, mediante una bestial campaña de anti-comunismo, sumisión ante el Imperio y conciencia religiosa.

Estos dos aspectos hicieron que la estrategia de la guerrilla se estructurase a medio y largo plazo. Por eso, el EPRC se propuso crear áreas liberadas en las que pudiese demostrar la validez de su proyecto, mediante el ejemplo.

En estas bases guerrilleras se crearon escuelas de nuevo tipo. Por supuesto, carecían de buenas condiciones materiales: libros, artículos de estudio, maestros e incluso, a veces, edificios. Pero el objetivo era primordial y muchos cuadros guerrilleros pasaron a desempeñar la función de maestros. El mismo Kim Il Sung escribió varios manuales que se emplearon como material de enseñanza. Otros líderes de la guerrilla fueron enviados a distintas áreas liberadas para poner en marcha escuelas.

Los ejemplos son muchos: Wangquin, Yanji, Hunchun, Helong, Kalun, Guyushu, Wujiaz,... Esto incluye zonas de Manchuria donde residían muchos coreanos. Además, en las áreas liberadas se promovió la organización política de los estudiantes, a través de la Asociación de Niños Coreanos y la Unión de Jóvenes Comunistas de Corea.

Los contenidos de la educación eran técnicos, de conocimiento general y, especialmente, políticoideológicos. Precisamente con esto se pretendía contrarrestar la intensa campaña de propaganda japonesa anti-comunista. Mediante el conocimiento comenzaba a nacer la Corea libre.

En cualquier caso, las zonas que abarcaba la guerrilla comunista eran, principalmente, el norte y este del país. ¿Qué pasaba entonces en las ciudades?

Hay cierto paralelismo entre la estrategia urbana de la guerrilla coreana y la de la guerrilla cubana de Fidel. Como la guerrilla no tenía presencia en las ciudades, Kim Il Sung elaboró el Programa de 10 puntos de la Asociación para la Restauración de la Patria. Este texto, de mayo de 1936, era una estrategia común con los grupos urbanos de izquierda y en él se decía lo siguiente:

“Suprimir el trabajo y la enseñanza esclavista; oponerse al servicio militar forzado y a la educación militar de jóvenes y niños; impartir la instrucción, tomando como base nuestro propio idioma y nuestro alfabeto, e implantar la enseñanza gratuita obligatoria.”

El movimiento clandestino en las ciudades estableció escuelas nocturnas y escuelas privadas clandestinas. En ellas se enseñaba la escritura del coreano, así como la historia y la geografía de Corea.

Asimismo, los estudiantes coreanos fueron la vanguardia del Levantamiento Popular del Primero de Marzo, y protagonizaron numerosas huelgas estudiantiles, en especial en Kuangju (hoy, en Corea del Sur). Algunas de las consignas que encabezaron las luchas eran “¡Viva la Independencia de Corea!”, “¡Por la abolición del régimen de educación colonial!”, “¡Fuera los maestros japoneses de Corea!” o “¡Libertad de expresión!”.

Estas movilizaciones fueron salvajemente reprimidas por el régimen militar japonés y, finalmente, fracasaron. La abolición del régimen de educación colonial sólo llegaría con la derrota definitiva de Japón el 15 de agosto de 1945.

2.2 - La liberación (1945 - 1950)

Corea fue, durante 5000 años, un único país. En los años 40, nadie dudaba de su categoría de nación. Las diferentes conferencias mantenidas por las grandes potencias durante la Segunda Guerra Mundial (1939 - 1945) coincidieron en marcarse el objetivo de lograr la independencia de Corea, que estaba ocupada por Japón.

La guerra terminó el 15 de agosto de 1945. La Unión Soviética había declarado la guerra a Japón tan sólo 6 días antes. Según los acuerdos bilaterales entre la URSS y Estados Unidos, Corea sería liberada al norte del paralelo 38 por la primera y al sur por los norte-americanos. El acuerdo recogía que se formarían zonas de administración temporal supervisadas por los dos países. Para 1948, los ejércitos extranjeros deberían retirarse de Corea, se celebrarían elecciones libres en todo el país y se formaría una sola entidad nacional.

Hasta aquí la teoría. En la realidad, los soviéticos fueron los únicos que llegaron a tiempo de liberar su parte. Incluso así, el Ejército Rojo sólo derrotó en Corea los principales enclaves militares japoneses, dejando grandes áreas sin ocupar. Al coordinarse con la guerrilla coreana, ésta liberó por sí misma numerosas ciudades y villas.

Por su parte, los yankis estaban muy lejos de Corea. Mientras duraron las hostilidades, Estados Unidos no estuvo en capacidad de poner pie en la península. Las primeras tropas norteamericanas pisaron tierra coreana tres semanas después de que terminara la guerra.

Esto no quiere decir que el sur de Corea permaneciese hasta entonces en manos japonesas. Los propios coreanos desarmaron al ejército ocupante en todo el país y rápidamente se formaron comités populares. Éstos comenzaron una auténtica revolución popular en todo el país.

De hecho, fue en Corea del Sur donde estos comités tuvieron más fuerza, debido a que es allí donde están las grandes ciudades y la mayor parte del movimiento comunista clandestino.

Ni americanos ni soviéticos habían contado con este levantamiento. La diferencia es que, mientras que la administración soviética supo respetar la autonomía de los comités populares y les dieron entidad legal, los americanos las reprimieron y los convirtieron en enemigos políticas del nuevo régimen.

Desde ese momento, Corea del Norte y Corea del Sur han seguido caminos separados: unos de forma independiente y otros como títeres de los norte-americanos.

2.2.1 - El ideal democrático: las primeras reformas.

"Debemos abrir la oportunidad de aprender para los hijos e hijas de la clase obrera y formarlos para que puedan edificar una nueva y próspera Corea. Para conseguirlo, debemos destruir el sistema de educación colonial del Imperialismo Japonés y establecer un nuevo sistema educativo, que sea popular y democrático." (Kim Il Sung)

Los comités populares no fueron creados por la guerrilla, de la misma forma que los soviets no fueron creados por los bolcheviques. Esto no quiere decir que los comités fueran hostiles al nuevo poder. Al contrario, la guerrilla vio en los comités populares un auténtico órgano de poder del pueblo.

Por eso, una de las primeras medidas de Kim Il Sung tras la liberación fue enviar cuadros guerrilleros a aquellas zonas donde no existían aún comités populares para que los organizasen.

Todas las pertenencias de los japoneses fueron puestas bajo control de los comités populares. Las escuelas públicas también pasaron a ser dirigidas por los comités.

Sin embargo, los comités populares, y sus dirigentes, no tenían ninguna experiencia en la administración. Esto se debía a dos motivos: por un lado, Japón había practicado una política de exclusión contra los coreanos. Por otro lado, en Corea del Norte se excluyó de la administración a los colaboracionistas. Por tanto, para todas las personas que participaban en comités, era la primera vez que ejercían labores de dirección.

Esto originó un cierto caos durante los primeros meses. Durante este tiempo, algunas escuelas privadas y religiosas que habían sido cerradas durante la ocupación japonesa, volvieron a abrir sus puertas.

Consciente del caos que se había creado, el gobierno provisional revolucionario decidió abrir un Bureau de Educación en noviembre de 1945. Ese mismo mes, se aprobó la Medida Provisional para la Educación Escolar en Corea del Norte. Un año después, en diciembre de 1946, se aprobó otra para ampliarla. Con estas dos medidas, se unificaron aspectos como la continuidad entre distintas etapas de la educación, el periodo de vacaciones, la duración del curso escolar,... También se pusieron las bases del sistema de educación democrática, que se definió como un derecho universal con la misma posibilidad de acceso para todas las personas, "independientemente del lugar de procedencia, el género y con igual educación para igual edad."

Esto significó la abolición de la educación "especial", que durante el régimen japonés otorgaba distintos modelos de educación a japoneses y coreanos. También significó que las escuelas privadas y religiosas fuesen gradualmente pasando a manos públicas.

Las nuevas medidas adoptadas en 1945 y 1946 incluyeron también una revisión completa del programa escolar. Se suprimieron los contenidos reaccionarios y fascistas y asignaturas como Moral, Historia de Japón o Shintoísmo. A cambio, se empezó a estudiar en la escuela primaria Lengua Coreana y una asignatura llamada Pueblo. Si anteriormente, la educación japonesa trataba de convertir a los coreanos en "sujetos del Imperio", la nueva educación, y esta asignatura en particular, trataban de dar a los coreanos los conocimientos necesarios para ser sujetos autonómos, capaces de participar activamente en la construcción del nuevo régimen popular. En otras palabras, la asignatura Pueblo convertía a los coreanos en "sujetos populares".

En secundaria, se introdujo el estudio de la literatura coreana y de su geografía, antes proscritas, así como las ciencias sociales. Todas estas materias requerían nuevos manuales de texto. El gobierno prefirió reunir a los escasos expertos y gente con conocimientos dentro de Corea para escribirlos, antes de recurrir al extranjero. También movilizó todas las imprentas de Corea del Norte, de modo que en 1947 el curso escolar arrancó con nuevos manuales de texto. Ese año fue el primero en el que verdaderamente se comenzó a palpar la nueva educación democrática, centrada en dar conocimientos generales sobre la naturaleza y la sociedad, con un carácter marcadamente político para formar a los nuevos sujetos de la educación. Además, contenía un objetivo novedoso en Corea: formar el sentido estético y la forma física de los jóvenes.

Sin embargo, aún quedaba mucho por hacer. La herencia del pasado aún pesaba mucho en Corea. Por un lado, en los contenidos de la educación, se seguía ninguneando lo coreano. Las clases estaban plagadas de ejemplos basados en personajes, héroes, científicos, líderes y países extranjeros, pero Corea brillaba por su ausencia.

Por otro lado, la metodología usada en las escuelas de la época colonial seguía estando muy generalizada: castigos corporales, métodos coercitivos, estudio a través de citas y repetición,... A mediados de marzo de 1947, se convocó un Encuentro Nacional de Trabajadores de la Enseñanza. Kim Il Sung presidió personalmente el acto. En él, se contextualizó el momento histórico en que vivían, con sus grandes avances, pero se criticaron los errores. Especialmente, se abogó por un nuevo método de enseñanza, basada en la creatividad, la persuasión y el sentido crítico y se prohibió tajantemente insultar o pegar a los alumnos. Se decidió lanzar una campaña de masas en las escuelas, para corregir errores y fomentar la moral militante, al tiempo que comenzaban las campañas contra el analfabetismo, se convocaban elecciones a representantes escolares, se celebraban campañas por la higiene y aparecían los primeros festivales artísticos. De esta manera, las escuelas dejaban de ser únicamente un lugar de estudio, para pasar a ser un centro auténticamente popular.

El objetivo hacia el que avanzaba la educación en el Norte de Corea, como en 1936 había formulado el Programa de 10 puntos, era la educación universal obligatoria. En Marzo de 1946, la plataforma electoral impulsada por los partidos democráticos y de izquierdas se comprometió a "introducir un sistema de educación obligatoria universal y a incrementar el número de escuelas primarias y secundarias, así como los institutos técnicos públicos."

Por eso, desde 1946 comenzaron dos campañas paralelas. Por un lado, se movilizó a la gente de cada villa, pueblo y ciudad del país para reconstruir escuelas, a través de una campaña de masas. Por otro lado, se invirtió una cifra astronómica en educación, especialmente en la construcción de
edificios escolares. El 19% del presupuesto fue a parar en 1946 a fines exclusivamente educativos.

En 1946, tan sólo un año después de la liberación, había 2482 escuelas primarias en funcionamiento y 217 escuelas secundarias, por las 1379 y 44 que había respectivamente tan sólo 2 años antes. En 1949, las escuelas primarias eran ya 3861 en todo el país y las secundarias 968.

El gobierno revolucionario estableció un principio muy característico del socialismo coreano: construir escuelas allá donde hubiese niños, independientemente de su número. De hecho, pequeñas villas con 10 o 20 niños entre todos los cursos, pasaron a construir también su propia escuela. La ley de construcción de escuelas incluyó la medida de que ningún niño tuviese su escuela a más de 4 km.

La construcción de escuelas se convirtió en una auténtica prioridad nacional. En septiembre de 1948, Kim Il Sung visitó la provincia de Kangwon, en la costa oriental de Corea. Criticó a los responsables locales por destinar más fondos a la construcción de edificios gubernamentales (edificios de los partidos políticos, edificios del comité popular,...) que a la construcción de escuelas. El mensaje era claro: no debía repararse en gastos en cuanto a educación.

2.2.2 - La formación de cuadros nacionales: la fundación de la primera universidad.

Uno de los grandes problemas a los que se enfrentó la educación coreana durante los primeros años de Revolución, fue la alarmante falta de cuadros. No había expertos, profesores ni profesionales listos para comenzar a enseñar. Obviamente, este problema también afectaba a la Administración y a la Economía.

El gobierno provisional tenía claro que la solución pasaba por fundar cuanto antes una universidad. Ahora bien, no había consenso en torno a cómo llegar a ella. Por un lado, había quienes argumentaban que no existían condiciones reales para fundar una universidad, por lo que era mejor fundar departamentos, que más adelante podrían agruparse y formar universidades.

Sin embargo, una parte mayoritaria del gobierno opinaba justo lo contrario. Debido a la falta de cuadros, lo peor que se podía hacer era dispersarlos en diferentes departamentos. La decisión fue fundar una universidad que sirviese como “madre” para la fundación sucesiva de más universidades.

Aún así, esto no solucionaba el problema de encontrar quién iba a impartir las clases. Esto supuso un nuevo debate, en torno a la cuestión de invitar o no a profesores extranjeros a Corea. Finalmente, se decidió que sí se podían invitar profesores de países del campo socialista, pero como último recurso. Había que priorizar encontrar a los profesores en la propia Corea.

Una medida en este sentido fue la carta de invitación personal que escribió Kim Il Sung a profesores y expertos progresistas que residían en Corea del Sur. En la carta se les ofrecía trabajar en la construcción de una nueva Corea, aportando su conocimiento en la primera universidad coreana de la historia. Según empezaron a llegar desde Corea del Sur algunos de los nuevos profesores, Kim Il Sung se reunió con ellos personalmente uno a uno.

El 15 de septiembre de 1946, apenas un año después de la liberación, se funda la primera universidad del pueblo en Corea. Recibió el nombre del líder guerrillero que había luchado por la liberación del país: Kim Il Sung. A esa ceremonia de inauguración acudieron los primeros 1500 estudiantes.

La ceremonia estuvo cargada de optimismo y orgullo. Pero la realidad era que todo estaba por hacer aún. La nueva universidad aún no tenía su primer edificio. El Estado estaba construyendo el edificio Nº1 de la Universidad Kim Il Sung, con una inversión muy alta para la época: 30 millones de wones. Kim Il Sung propuso incrementar ese presupuesto a 130 millones, financiando el incremento con una gigantesca campaña de movilización de masas.

Para ello, el Estado puso en marcha toda su maquinaria de propaganda, llamando a todo el pueblo a poner su granito de arena en el proyecto. Un campesino de la Provincia de Hwanghae, llamado Kim Je Won, sirvió como ejemplo. Kim Je Won, que se había beneficiado de la reciente reforma agraria en el país, donó los excedentes de arroz de su cosecha. Fue la primera donación de una larga campaña. Para agosto de 1948, 16700 campesinos habían hecho sus donaciones de “arroz patriótico”.

Además, en la ciudad de Pyongyang y en la provincia de Phyongan del Sur, trabajadores, oficinistas, miembros de la Unión de Niños y hasta amas de casa, se ofrecieron como voluntarios para participar en la obra del edificio. Kim Il Sung contribuyó en 16 ocasiones con ella.

Un año después, el 10 de Octubre de 1948, el edificio estaba terminado. Nuevamente, se hizo una gran ceremonia para celebrarlo.

“Se ha erigido muy bien este edificio. Es impresionante que nosotros, a pesar de no tener experiencia en la construcción de grandes edificios, hayamos levantado esta magnífica obra moderna de ingeniería, sin ayuda de nadie y en sólo un año.

El arroz que donaron de todo corazón los campesinos, se ha transformado en un gran centro de enseñanza... ¡Esto es increíble!” (Fagmentos del discurso de Kim Il Sung)

Uno de los aspectos que más se cuidó desde el principio en la Universidad fue que todos pudiésen acudir con plenas garantías de que se iban a formar. De esta manera, ya en 1946 se puso en funcionamiento un curso de 3 años en la universidad, para preparar a personas de entre 15 y 35 años que no hubiesen recibido la educación secundaria.

Si en 1946, había 1500 estudiantes en 7 facultades; para 1947 el número era de 8 facultades y 3813 estudiantes. En 1948, el número de instructores duplicaba la cifra de 1946.

De esta manera, se pudo afrontar el siguiente paso: crear 10 nuevas universidades. Tres de ellas surgieron de departamentos de la Universidad Kim Il Sung que se separaron de ella y adquirieron autonomía: el Instituto de Tecnología de Pyongyang (hoy Universidad Kim Chaek de Tecnología), el Instituto de Medicina de Pyongyang y el Instituto de Agricultura de Pyongyang (que hoy se ha trasladado a la ciudad de Wonsan).

En 1949, el número de estudinates era de 76'500, casi 10 veces más que el año anterior. Había ya 15 universidades repartidas por diferentes provincias y en diciembre se graduó la primera promoción de la historia de Corea.

Otro asunto que preocupaba al gobierno ya en 1947 era el acceso a la educación superior de personas de clase obrera y campesina. Ese año, se hizo un estudio de la composición de clase del alumnado. Se observó que la mayoría no eran hijos de trabajadores. Por eso, en mayo de 1947, el Estado comenzó a dar un estipendio a todos los estudiantes de los institutos técnicos y a la mitad de los de universidad (a los de menos recursos). En febrero de 1949, el estipendio ya cubría el 80% de los alumnos de universidad.

Además, el Estado comenzó a dar ropa dos veces al año a los estudiantes de enseñanza superior: una vez en invierno y otra en verano, con prendas adecuadas a la temperatura de cada estación. La educación superior también se responsabilizó de formar a los profesores de secundaria y primaria. La primera Universidad de Educación, cuya titulación dura 4 años, fue fundada en julio de 1948.

En realidad, desde julio de 1946, ya se venían realizando cursos cortos para formar profesores. También se instituyeron numerosos centros de formación de profesores, al menos uno por provincia. Se reeducó a los profesores de la época colonial con cursos de pedagogía basada en el ideal democrático.

Para 1947, el número de profesores se elevó en un 46% respecto al año anterior y entre 1946 y 1950 se formaron 4000 profesores.

2.2.3 – La campaña de alfabetización

En 1945, entre la población adulta de Corea del Norte, había 2'3 millones de analfabetos. La mayoría de ellos, en cuanto a ocupación, eran campesinos y en cuanto a género, mujeres.

El gobierno, al lanzar la campaña de alfabetización, se propuso tres objetivos:
  • La abolición total del analfabetismo.
  • Incrementar el nivel de conciencia política de la población.
  • Que todo este trabajo se realizase a través de campañas de movilización de masas.
Desde 1945, en todas las zonas del país, ya habían comenzado a aparecer diversas formas de escuelas de alfabetización. Eran fruto de la espontaneidad y del entusiasmo de la población tras la independencia. Pero precisamente por eso, no constituían un sistema bien estructurado de educación para adultos.

En abril de 1947 es el momento en que se unifican todas las modalidades de escuelas para adultos, formando Escuelas de Alfabetización (4 meses), Colegio para Adultos (educación primaria en dos años) y Colegio Medio para Adultos (Educación secundaria en tres años).

Se forman también comités de inspección independientes, para comprobar que en todos los lugares se realiza correctamente este modelo de educación para adultos.

Las Escuelas de Alfabetización admitían alumnos de edad superior a 12 años. Las materias eran Lengua Materna, Aritmética, Música, Pueblo y Política. Al final de los 4 meses de estudio, los alumnos pasaban un examen y recibían un certificado de que podía leer y escribir.

La campaña de alfabetización se hizo por etapas. La etapa fundamental se dio entre noviembre de 1947 y marzo de 1948, meses en los que los campesinos no pueden trabajar la cosecha en Corea, debido a las bajas temperaturas.

Para ello, se movilizó a todo el país. Muchos trabajadores y campesinos donaron dinero para construir escuelas, mientras que los políticos de los diferentes partidos y otras personas de la administración se ofrecieron a enseñar en estas escuelas.

En 1946, se alfabetizó a 556'000 personas, en 1947 a cerca de 800'000. En agosto de 1947, se lanzó el “Movimiento Ri Kye San”, tras una anécdota muy difundida por la prensa. Ri Kye San era una campesina de una aldea remota de la provincia de Kangwon, en la costa este. Desde su infancia sufrió malos tratos y sólo tras la liberación y la reforma agraria, mejoró su situación. Por iniciativa propia, decidió que tenía que conocer a Kim Il Sung para poder contarle su historia y mostrarle agradecimiento. Pidió una entrevista con él y se le concedió.

En esos días, la campaña de alfabetización estaba en pleno auge, por lo que Kim Il Sung, tras hablar de la situación en el campo, le preguntó si estaba estudiando. Ella respondió que no, que se veía demasiado mayor para hacerlo y que ya tenía de sobra con las tareas del campo. Kim Il Sung la convenció de lo contrario y le propuso que en tres meses le enviase una carta escrita de su puño y letra.

El 20 de noviembre de 1947 llegó finalmente la carta, que se publicó junto a toda la historia en la prensa. El “Movimiento Ri Kye San” fue el impulso final para una campaña que terminó en primavera de 1949, con un examen en todo el norte de Corea para certificar que el país entero sabía leer y escribir. Una vez que se certificaron los resultados, se organizó una manifestación solemne en Pyongyang, en la que una multitud inmensa declaró que Corea del Norte era el primer país de Asia en conseguir la plena alfabetización. Mientras, en Corea del Sur, seguía habiendo 11 millones de analfabetos.

2.2.4 – La Escuela Revolucionaria de Mangyondae

Tras la independencia de Corea en 1945, Kim Il Sung pudo visitar su aldea natal tras más de 20 años. Mangyongdae era una aldea pobre a las afueras de la ciudad de Pyongyang. En la aldea nunca había habido una escuela de ningún tipo.

Por eso, en Mangyongdae no sólo se construyeron escuelas de distintos niveles, sino que también sirvió de sede para la inmensa Escuela Revolucionaria de Mangyongdae.

Esta escuela era una especie de promesa que siempre había existido dentro de la guerrilla. La escuela debía servir para que los hijos de los guerrilleros muertos tuviesen educación y hogar, a pesar de ser huérfanos. Los guerrilleros siempre habían tenido la convicción de que algún día liberarían su país y se instauraría un nuevo régimen democrático y socialista. Valía la pena cualquier esfuerzo, incluso a costa de sus propias vidas, ya que el Estado se haría cargo de su familia.

Finalmente, la decisión se tomó a finales de marzo de 1947 en un encuentro del Comité Popular de Corea del Norte. Una de las primeras tareas, que se puso en marcha el 5 de abril de ese mismo año, fue reunir a todos los niños huérfanos, víctimas de la represión japonesa. El Bureau de Cultura y Propaganda se puso manos a la obra y a través de radio y prensa se anunció de forma persistente esta campaña.

Pero, por la propia naturaleza del socialismo coreano, no se esperó a que la gente llamase a la puerta: se buscó a los niños en aldeas, pueblos y ciudades. Lo más sorprendente de todo fue que se creó hasta una comisión amplia, compuesta por antiguos guerrilleros, para buscar en Manchuria (región china fronteriza con Corea) a hijos de exiliados coreanos que habían sufrido la represión de Japón. Es un acto de gran contenido humanista, precisamente en un momento en que faltaban cuadros para la administración de forma alarmante. Estos puestos podían ser ocupados por los mismos guerrilleros que ahora se iban a Manchuria, pero se hizo justo lo contrario.

En verano de 1947, llegaron la mayoría de niños al colegio. Kim Il Sung fue a recibirlos el 3 de agosto y les preguntó por sus padres y madres, muchos de los cuales habían luchado durante años junto a él.

Se seleccionó a los mejores profesores del país y de entre ellos, fue elegido Rector un cuadro del Comité Provincial del PTC en Pyongyang. En la ceremonia de inauguración, en octubre, se anunciaron las pretensiones de la escuela: no sólo educar a los niños, sino criarlos como si fuesen los hijos propios.

Un año después, en octubre de 1948, se terminó el nuevo edificio de la escuela. Al igual que el edificio de la Universidad, la inversión fue masiva.

Desde enero de 1950 se inició una tradición del país: el día de año nuevo, el gobierno lo celebra con los niños de la Escuela Revolucionaria de Mangyongdae.

La escuela sigue abierta a día de hoy. En nuestra visita a Corea en septiembre de 2008 tuvimos ocasión de visitarla. Es un impresionante complejo de edificios, entre los que se incluye varios edificios para clases de distintas materias, un edificio donde se imparte enseñanza militar, la residencia de estudiantes y un teatro recién construido. Está en construcción también una nueva biblioteca digital, con tecnología punta en informática y todo tipo de facilidades. Por supuesto, cuenta con instalaciones deportivas y piscina.

A día de hoy, los alumnos siguen siendo hijos de héroes militares o del trabajo muertos durante su servicio a la causa del socialismo en Corea.

Muchos de los principales cuadros de la Unión de la Juventud Democrática (a día de hoy, Liga de la Juventud Socialista Kim Il Sung) han estudiado en esta escuela. También cuadros militares y de la administración. Es impresionante ver el nivel de las instalaciones, la felicidad de los estudiantes, la cantidad inmensa de objetos que ayudan a volcar la educación sobre la práctica,...

Juan Nogueira López